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Piden evitar el uso turístico de los angelotes antes de que se concluya su estudio

   
La imagen pertenece a una cría de tiburón ángel cuya longitud es de unos 30 centímetros. / CEDIDA F. REIS

La imagen pertenece a una cría de tiburón ángel cuya longitud es de unos 30 centímetros. / CEDIDA F. REIS

N. T. | Santa Cruz de Tenerife

La calidez del agua les invita a quedarse hasta finales de octubre. Son los angelotes, esos tiburones pacíficos que tanto han dado que hablar este verano en Las Teresitas, y que aún pueden verse en una playa que, de momento, es única en Canarias por acoger a esta especie en vías de extinción, la más amenazada dentro de los tiburones en todo el mundo. Algunas de las crías, de unos 30 centímetros de largo, aún no alcanzan el tamaño necesario para emigrar a aguas más cálidas en invierno, algo que harán previsiblemente a finales de este mes. Desde la Alianza por los Tiburones de Canarias, su presidente, Fernando Reis, remarca lo importante que es para las Islas contar con tan singular “guardería” como le gusta llamar al enclave en la que esta especie ha decidido criar a su prole hasta que emigran y por ello solicita, que antes de que se autorice cualquier uso turístico de la presencia de estos escualos, se permita concluir la investigación puesta en marcha por la Alianza y la Asociación Tonina, compuesta por biólogos marinos de la Universidad de La Laguna.

“Vuelven por primavera”, señala Reis, por lo que, destaca, “es vital que tengamos datos contrastados de su estancia en Las Teresitas, número de avistamientos, tamaños, etc…”. Este proceso de investigación realizado por la Asociación Tonina está permitiendo la recogida de datos sobre la población de angelotes en Las Teresitas y al menos durante un ciclo completo (de enero a diciembre). “Nosotros hemos pedido que al menos se haga durante dos años porque es vital conocer cuestiones como la frecuencia con la que vienen o la mayor o menor presencia de crías…”, explica Reis.

La Alianza ya ha presentado una propuesta al Ayuntamiento para que se lleve a cabo un trabajo de concienciación con los usuarios de la playa, no sólo para que conozcan la importancia de contar con un lugar para esta especie, sino también, “que son tiburones pacíficos que no causan ningún daño, sólo es necesario ser conscientes de que están ahí”. La Alianza considera que lo que ocurre en Las Teresitas es un caso “muy especial”, porque, aunque se han producido algún avistamiento similar en playas de Lanzarote, “aqui hemos podido constatar de manera fehaciente que están y que crían en esta playa”.