VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
Los más de 140 litros por metro cuadrado caídos en el centro de la capital tinerfeña el pasado domingo suponen la segunda lluvia más copiosa en 24 horas desde que existen registros meteorológicos oficiales. La lista la encabezan los 231 litros caídos el 31 de marzo de 2002. Ambas riadas se han teñido de tragedia: en la de hace catorce años murieron ocho personas, y en la del pasado fin de semana perdió la vida una mujer de 56 años.
Pero no solo en cantidad de agua el domingo 19 constituyó un día histórico, también lo es en intensidad, con 93 litros por metro cuadrado en una hora, solo superada en aquella riada de 2002, cuando se registraron 129,9 litros en ese intervalo.
Así lo explicó ayer a este diario el director de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la provincia occidental, Víctor Quintero, quien explicó, no obstante, que desde 1970 se han producido en Canarias entre 20 y 30 episodios de fuertes precipitaciones , superiores a cien litros.
“En las Islas no es extraordinario que llueva así, no todos los años, pero sí con una frecuencia suficiente para poder afirmar que no es raro, por lo que es necesario estar preparados”, manifestó el meteorólogo, quien recordó que la gran altura de las islas favorece, por un lado, que las nubes en las borrascas se desarrollen más y llueva de forma intensa y muy rápida, y, por otro, que discurra hasta el mar por pendientes importantes y se acelere, arrastrando materiales.
Así las cosas, la perturbación que causó estragos en el área metropolitana ya solo dejará hoy lluvias débiles, que cesarán desde mañana, porque la depresión se aleja hacia el noroeste, mientras pierde fuerza y, con el paso de los días, desaparecerá. Quintero aclara sí, por tanto, que los modelos no apuntan a que se convierta en ciclón tropical, dado que se mueve hacia aguas más frías, y el motor de estos fenómenos tropicales son las aguas cálidas, aunque existía una baja probabilidad, que fue el motivo por el que le ha hecho un seguimiento el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. El domingo, la mayor cantidad de lluvia medida por la AEMET fueron los 158,5 litros por metro cuadrado en la cumbre de Taganana. En el Norte de Tenerife se registraron cantidades variables, como los 50,6 litros en Los Silos, de los que que 28,2 litros cayeron en apenas diez minutos, una intensidad torrencial.
158 litros
por metro cuadrado es la cantidad máxima registrada en la borrasca, y se midieron en las cumbres de Taganana
Subrayó Quintero que los avisos de la Aemet estaban dados con suficiente antelación, en el nivel amarillo, aunque se elevaron luego a naranja porque el domingo de madrugada se empezaron a recoger datos de precipitación y ecos del radar que mostraban una intensidad de lluvias mayor de la prevista inicialmente en Tenerife. En más de una ocasión la AEMET ha señalado la dificultad de la predicción local en las Islas, por factores orográficos, que hacen muy dispar la distribución de precipitaciones .
En el caso del área metropolitana, Anaga supone un obstáculo que deben remontar las nubes , y actúa como “efecto disparo” en la convección o desarrollo vertical de la nubosidad, y hace que a veces, con aire húmedo e inestable del suroeste, se acumule gran cantidad de lluvia desde la capital hasta el valle de Güímar.
Así las cosas, la depresión que aún ronda Canarias “tiende a rellenarse y morirá en mitad del Atlántico”, auguró Víctor Quintero, como quien remata el final de un relato.
NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, mostraba ayer su disgusto con la previsión de lluvias hecha desde la Agencia Estatal de Metereología (Aemet) al considerar “evidente” que infravaloró el riesgo de la tormenta que descargó sobre Santa Cruz. “Las previsiones meteorológicas de la Aemet vuelven a chocar con la realidad de este municipio y no es la primera vez que pasa”, apuntaba el alcalde quien adelantó que le solicitará al Gobierno de España que ponga sobre la mesa, “todas las medidas necesarias para que con las Islas Canarias y con Santa Cruz en particular, se acierte con una medida predictiva mucho más infalible que lo que hemos encontrado hasta hoy”.
Bermúdez defendió que “es muy difícil para cualquier ciudad del mundo poder actuar cuando se prevé la mitad de las lluvias que luego cae. Es algo que no podemos prever y la realidad es que hemos tenido que actuar en mitad de una tromba de agua”.
“Cuando se dice lluvia fuerte en torno a los 60 litros por metro cuadrado y hemos recogido 140, es imposible realizar una labor adecuada”, añadió. El regidor municipal entiende que conseguir mejores previsiones es un tema en el que las administraciones de ámbito superior “deben tomar cartas en el asunto y tomárselo en serio porque en Santa Cruz ya nos ha ocurrido en varias ocasiones”.