El Instituto Canario de Igualdad ha organizado, con notable éxito de público, unas jornadas sobre la deconstrucción del amor romántico y sus implicaciones en manifestaciones de violencia de género. Para empezar, me declaro una vÃctima del romanticismo y por tanto,un romántico redomado. Mi ultimo libro, Técnica Mixta es una especie de ajustes de cuentas con ese romanticismo lastrador. No estoy plenamente de acuerdo con las tesis que se plantean por parte del feminismo mas radical en relación a este aspecto. La literatura universal esta llena de múltiples ejemplos de romanticismo vengador, sin embargo es innegable que se trata de una traslación o reflejo de la sociedad en donde la mujer ha ocupado un papel secundario y servil. Para empezar- y es una teorÃa que me parece del todo plausible, la visión de la mujer le ha sido impuesta desde la literatura pasando por las artes plásticas, de ahà que la ontologÃa femenina haya tenido que recuperarse por parte de las propias mujeres de forma paulatina, luchando contra 5.000 años de dominación. Es evidente, que no podemos ni debemos cargarnos de una sentada a Balzac, Lope, Shakespeare ni a los poetas románticos, por cierto insufriblemente cargantes en muchos casos, pero sà conviene tomar conciencia de la influencia en las conductas y en la fijación de un modelo que contribuye a perpetrar una imagen muy poco favorecedora a la igualdad o a su aspiración última. Disney es un buen ejemplo de ello. Se ha hablado mucho de la faceta conservadora y la transmisión de un modelo retrógrado ensalzando los modelos mas polÃticamente reaccionarios, pero no se ha prodigado tanto la tesis de su toxicidad en cuanto a la visión de la mujer. Bien es cierto, que la mayor parte de las historias beben de los cuentos clásicos y que esos textos, al igual que las doctrinas religiosas cumplÃan la doble función de adoctrinamiento social y de mero entretenimiento. En la actualidad, y según estudios como los realizados entre jóvenes por parte del Instituto Andaluz de la Mujer, resulta sorprendente comprobar cómo los adolescentes han asumido un concepto del amor tradicional en donde la mujer sigue siendo objeto de posesión que valida muchos comportamientos que pueden desembocar en episodios de violencia entre uno y otro sexo. Con todo, no es cuestión de quemar a Andersen en la plaza pública pero conviene al menos tener claro cuáles son los modelos que fomentan la igualdad y el respeto y cuáles no. En cualquier caso, de todas las ideas incluyendo a Dios, el amor es una de las mas tóxicas y maravillosas que ha parido el Homo Sapiens.