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El Cabildo completa el cierre de las 138 galerías de riesgo alto de la Isla

   
En todas las galerías se ha colocado diferentes señales para alertar de su situación.  | DA

En todas las galerías se ha colocado diferentes señales para alertar de su situación. | DA

JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Todas las galerías de riesgo alto y muy alto de la Isla se encuentran cerradas. Así lo certificó en días pasados el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf), después de que el Gobierno de Canarias procediera -a petición insular- a sellar las últimas 13 instalaciones que quedaban pendiente. En concreto, aunque Tenerife cuenta con más de 1.500 obras de captación de agua, entre pozos y galerías, el censo elaborado por el Cabildo de Tenerife a partir del año 2007 cifraba en 138 las infraestructuras de riesgo elevado, las cuales han disminuido su grado, tras la señalización y cerramiento oportuno, como marca la legislación.

Precisamente a raíz de la tragedia de Piedra de los Cochinos, en la que perdieron la vida seis excursionistas en el interior de una galería, el Ejecutivo autónomo aprobó un decreto para regularizar estas infraestructuras. Siete años después, y tras una larga labor, todas las galerías se encuentran clausuradas de forma adecuada.

El proceso de cierre en la Isla lo inició el Consejo Insular de Aguas en 2007 con la revisión de la situación y el estado de los accesos a las obras de captación de aguas subterráneas. Con la entrada en vigor del decreto en 2008 y dado el escaso número de comunicaciones recibidas notificando mejoras en las condiciones de seguridad de los accesos, a finales del 2009 se actualizó el trabajo previamente realizado, culminando este proceso en 2010. Finalmente, tres años más tarde se hizo pública la resolución que aprueba con carácter definitivo el censo de las instalaciones subterráneas, galerías y pozos de la Isla. Asimismo, en junio del 2014 se solicitó al órgano competente en materia de minas del Gobierno de Canarias (Dirección Regional de Industria) el cierre urgente de las 13 obras de captación de aguas que faltaban por sellar, dada la imposibilidad de localizar al propietario o que este ejecutase la obra, lo que ha desencadenado que en estos casos se haya tenido que optar por la ejecución subsidiaria. Aún así se prevé que Industria contacte con los 13 propietarios -entre los que se encuentran dos ayuntamientos e incluso un banco- para recibir el importe económico correspondiente de estas labores.

Mapa de las infraestructuras de captación de agua activas. / DA

Mapa de las infraestructuras de captación de agua activas. / DA

Durante este período, y debido a la complejidad del proceso administrativo, paulatinamente numerosas comunidades de aguas ejecutaron voluntariamente las medidas estipuladas en el decreto en las obras de captación de aguas subterráneas. Así, en el 2008 el número de galerías de riesgo alto y muy alto eran de 98, a los que se sumaban otros 40 pozos. En 2010 se redujo el dato hasta los 73 y 26, respectivamente, mientras que en 2013, solo quedaban 14 galerías y 11 pozos con este nivel de riesgo. La cifra ha alcanzado actualmente el cero, a falta de la documentación acreditativa.

Además de los particulares, otras administraciones públicas, como el propio Consejo, la Demarcación de Costas y algunos ayuntamientos de Tenerife tuvieron que proceder en estos años al cierre de aquellas instalaciones que se hallaban en suelo que estaba bajo su responsabilidad.

Al respecto el consejero de Agricultura del Cabildo, Jesús Morales, -quien hasta el viernes era responsable del departamento de Aguas- insistió en “la dificultad y lentitud del proceso” y puso como ejemplo de algunos escollos que se han tenido que sortear el hecho de que los propietarios hayan desaparecido o que en aquellas obras anteriores al año 1928 no están registradas.

Morales -que realizó estas declaraciones antes del cambio de consejería- se mostró “satisfecho” por el trabajo llevado a cabo por todas las administraciones públicas implicadas, al igual que solicitó “la colaboración ciudadana en este asunto, ya que durante este tiempo se ha detectado que numerosas puertas o cierres de galerías o pozos han sido forzados y rotos, incluso robados, sin entender el riesgo que esta práctica genera”.