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EL FECHILLO >

Cabreo ciudadano

   

La encuesta del CIS podrían haberla resumido en dos palabras: cabreo ciudadano. Más allá de porcentajes y tendencias, hasta el rabo todo es toro -perdón, hasta la cresta todo es gallo -no vayan a tacharnos de españolistas porque los ánimos están últimamente muy subiditos de tono-, y el día de las votaciones será el que marque la nueva etapa. Mientras tanto, hay frases que resumen esos números cocinados o no. La gente está harta de que le tomen el pelo. El sistema hace aguas por todas partes. Las encuestas simbolizan una amenaza de castigo y no el castigo en sí mismo. Los de Podemos no son todos los que están ni están todos los que son hasta que depositen el voto en las urnas los millones de españoles. El PSOE, de la mano de Pedro Sánchez, ha empezado a moverse sigilosamente y todavía no ha dicho la última palabra. El PP tiene al menos siete meses para enderezar el rumbo y convencer a sus votantes fijos de que sus apoyos son más necesarios que nunca porque viene la izquierda. Izquierda Unida y UPyD se han quedado de momento en fuerzas testimoniales. Los nacionalismos miran a Cataluña para que ver qué pasa hoy allí. La división de poderes parece estar más unida que nunca en el Estado, ¡qué peligro! La monarquía marca su propia hoja de ruta sin mirar al retrovisor. Repsol también tiene su propia hoja de ruta en Canarias con el apoyo ciego de alguno. La recuperación de la que hablan los de la macroeconomía y las grandes empresas sigue sin llegar a los bolsillos de la gente y la economía sumergida aporta números parecidos a los que ofrece el turismo al Producto Interior Bruto nacional. Interesante panorama para una pre-campaña que no ha hecho más que empezar. ¿Y Rajoy?  Ni está ni se le espera…