Los profesionales de la enfermería son uno de los colectivos más afectados por la crisis económica. | DA
JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Más profesionales sanitarios colegiados pero muchos menos trabajando en el sistema público isleño. Esa es la principal conclusión que se extrae del último informe sobre este particular publicado ayer mismo por el Instituto Canario de Estadística (Istac). Este, con datos contabilizados hasta el 31 de diciembre de 2013, revela, entre otras cuestiones, que la ratio de enfermeros por cada 100.000 habitantes en el Archipiélago ha pasado de 429 en 2004 a solo 207 el año pasado. Ello, a pesar de que en esos diez años ha crecido la cifra de colegiados, que ha pasado de 8.220 a un total de 10.469.
El dato de profesionales por paciente, según los sindicatos del sector, confirma la “diáspora” que padece la sanidad canaria en los últimos años, habida cuenta de la falta de oferta pública de empleo y de estabilidad laboral. Un problema que no sólo afecta a los diplomados en Enfermería, sino que también padecen los propios médicos y otras profesiones sanitarias, como farmacéuticos, veterinarios o fisioterapeutas. El de los enfermeros, en cualquier caso, es el déficit más significativo, hasta el punto de que Canarias se sitúa a la cola de la Unión Europea y la OCDE en lo que se refiere a la ratio de profesionales por paciente. No en vano, la OMS recomienda un mínimo de 350 enfermeros para poblaciones de 100.000 habitantes, casi un 30% más de los que hay en las Islas ahora.
En el caso de los médicos, y a pesar de que la situación es igual de complicada, la ratio sí ha crecido en los últimos diez años, pasando de 343 a 409 por cada 100.000 habitantes. Los colegiados, por ende, también han aumentado notablemente, aunque en este caso el problema radica en que apenas un 40% de ellos trabajan en el sistema público con plaza, ya que el resto acumulan contratos temporales o están empleados en centros privados y concertados. Entre los facultativos, además, se da la circunstancia de que la plantilla va envejeciendo sin que se repongan las plazas, especialmente en Primaria y algunas especialidades. De hecho, según las cifras del Istac, un total de 2.386 médicos son mayores de 55 años, por lo que se jubilarán a lo largo del próximo decenio.