DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife
La dirección de Comisiones Obreras en Canarias se asemeja a un pollo sin cabeza. Con una gestora controlada por el responsable de Organización y Comunicación de la ejecutiva confederal, Fernando Lezcano, la central sindical más representativa del Archipiélago se encuentra en una situación extremadamente delicada, sin rumbo fijo y sometida a los vaivenes de la confusión.
Iniciado tras el congreso confederal de julio de este año, el proceso de fusión de las federaciones de Comfia (banca) y Fecoht (hostelería y comercio) ha generado en las Islas un conflicto cuya solución se fía a las instancias ordinarias de la justicia ante la ausencia de negociación. A principios de noviembre, Manuel Fitas interpuso en nombre de la Fechot una demanda para recabar la tutela del derecho de libertad sindical contra la federación nacional de Servicios de Comisiones por la anulación del congreso sectorial que, pese a las presiones, se celebró el 12 de septiembre. A partir de ahí se dirimió un litigio que derivó en la demolición de la estructura dirigente de la federación canaria de Hostelería y Comercio. La onda expansiva de la explosión desestabilizó la ejecutiva regional de Comisiones Obreras, hasta el punto de que también quedó desarticulada después de que la confederal forzara la dimisión de varios miembros del órgano colegiado afín a los intereses de Ignacio Fernández Toxo al objeto de evitar la mediación del equipo de Juan Jesús Arteaga.
Ayer compareció en una rueda de prensa la dirección en el exilio, que reivindicó su legitimidad y avanzó que, con vistas al congreso extraordinario, trabajarán para configurar “una mayoría de gobierno” que actúe como correa de transmisión de los afiliados. Junto a los pesos pesados de la ejecutiva defenestrada, la secretaria general de la unión insular de Tenerife, Mari Carmen Martínez, mostró su “apoyo institucional” a los desplazados sin entrar en confrontación alguna. Juan Jesús Arteaga, Carmelo Jorge, Paco Pozos, Pedro Borges y compañía reclamaron la readmisión inmediata de los cinco dirigentes de la Fecoht suspendidos de militancia y apercibidos de expulsión como expresión de buena voluntad. De lo contrario, advirtieron, “nos empujarán a judicializar” las discrepancias. Para el jueves a las once han convocado una asamblea de delegados en el salón de actos de la Casa Sindical. Esperan que UGT les ceda el espacio y la hora.
Se da la circunstancia de que, oficialmente, Canarias se posicionó del lado de José María Fidalgo en el congreso que ganó precisamente Toxo.