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La federal del PSOE logra aplazar la reunión de la mesa del pacto

   
Pedro Sánchez y César Luena, durante una reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. / epPedro Sánchez y César Luena, durante una reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. / EP

Pedro Sánchez y César Luena, durante una reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. / epPedro Sánchez y César Luena, durante una reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. / EP

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Nada ocurre por casualidad. El azar no existe. Es, por lo tanto, una causalidad el aplazamiento de la reunión de seguimiento del pacto de gobierno entre CC y el PSOE. La cita estaba apalabrada para la tarde de ayer, pero la Ejecutiva Federal socialista ha reservado una silla y “problemas de agenda” impiden que alguien de la dirección de Pedro Sánchez se traslade estos días a Canarias. Será la próxima semana cuando, presumiblemente, el secretario de Organización, César Luena, haga acto de presencia.

El pretexto es la crisis en La Palma. Sin embargo, ese es un problema enano en comparación con el gigante con pies de barro en que se ha transformado el PSOE del Archipiélago. Nada más llegar a su despacho en la sede de la madrileña calle de Ferraz, Pedro Sánchez encendió la mecha de la curiosidad y la realidad le estalló en la frente. Tal vez pensaba que era una leyenda. Ahora pretende evitar que el polvorín explote, porque las consecuencias podrían ser balcánicas. Por eso, el líder del partido está forzando la dimisión de José Miguel Pérez para crear una gestora y controlar la elaboración de las listas electorales. Como las encuestas son inquietantes, se teme un recrudecimiento de las hostilidades. La de candidato en 2015 es la carrera con peor salida para los aspirantes del PSOE, así que la meta es poner orden antes de que el caos vaya a mayores.

En este brete, la federal afila las tijeras para cortar la cuerda que jalan José Miguel Pérez y Patricia Hernández. La cúpula ha tocado la campana. Y lo que diga irá a misa. Aunque la procesión va por dentro, el cristo ya está hecho. En el templo de fuego, los rezos claman al limbo.

Resuelto el jeroglífico de la alianza de las civilizaciones en el Cabildo de la Isla Bonita, donde el PSOE seguirá en comunión con el PP, falta despejar la incógnita de si José Miguel Pérez también entrega las llaves del coche oficial de la vicepresidencia en el Ejecutivo regional. En ese supuesto, la continuidad de Paulino Rivero quedaría seriamente en entredicho.
Si bien el miércoles fue comedido, José Miguel Ruano (CC) alerta del “riesgo de ruptura”. Tal expresión casa con la bofetada a una consejera que puso roja la cara del presidente.

Casimiro Curbelo comparece en Ferraz

D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

Está visto que Casimiro Curbelo ciega el futuro del PSOE en La Gomera. No se necesitan los servicios de un visionario -bienaventurado el Gobierno canario, que dispone de videntes- para adivinar un horizonte electoral complicado. No es un misterio de Fátima que el presidente del Cabildo está emputado porque la imputación lo condena al castigo de ser excluido de las listas.

Curbelo espera un milagro. Por si acaso, ofrenda una vela a Dios y otra al diablo. Él desea concurrir bajo las históricas siglas del Partido Socialista Obrero Español. Pero, si no se lo permiten, ya cuenta con una infraestructura paralela. La Agrupación Socialista Gomera (ASG) fue registrada el 20 de octubre de 2011, un mes después de dimitir como senador por presiones de la Ejecutiva nacional tras un “bochornoso” incidente en Madrid. Ese no es el quid de la cuestión, sino una investigación judicial por la que ha sido llamado a consultas. Es más, hace dos semanas acudió a la sede federal.