X
la última >

Gran Hermano – Por Jorge Bethencourt

   

El mundo que soñó Orwell ya está aquí. Lo podemos ver en los medios y en internet. Ya han empezado a fluir por las alcantarillas de la verdad las primeras conversaciones privadas de Fernando Clavijo. Poco a poco vendrán más. Opiniones políticas, chascarrillos, tacos, majaderías… una variada gama de expresiones cazadas directamente en los páramos de la intimidad de un cargo público y llevadas a la buena mesa del cotilleo por cortesía de la Administración de Justicia de este país. Ninguna de tales conversaciones tienen nada que ver con la comisión de delitos ni con los hechos investigados, pero tienen mucho morbo y por eso la gran editorial del Consejo del Poder Judicial permite con impunidad su difusión y publicación. Los jueces deben expurgar de los sumarios aquellos asuntos que no tengan relevancia a los efectos de los hechos investigados; pero los que administran la justicia suelen hacer lo que les sale de los cajones. Ellos están en la pirámide de la cadena alimenticia. Alguna gente que se meaba de la risa con la publicación de conversaciones privadas de otros (la editorial jurídica lleva dedicada al morbo mucho tiempo) van a tener oportunidad de leerse a sí mismos hablando con el alcalde. Igual se les descascarilla la risa. Lo bueno de esto, como decía un viejo político, es lo malo que se está poniendo. Quien se haya molestado en mirar los números verá que la pieza dedicada a Fernando Clavijo es sólo una de muchas. No se desesperen que habrá nuevas ediciones especiales dedicadas a otros y otras figuras nacionalistas. A Coalición Canaria no sólo le van a pasar la lijadora por el candidato sino por los repuestos del candidato. Y la gente, parada, empobrecida, cabreada y sin esperanza, privada de que paseen a la carne de guillotina en el carromato.