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Lo efímero de la gloria

   
La plantilla del Uruguay Tenerife FS al comienzo de la temporada. | DA

La plantilla del Uruguay Tenerife FS al comienzo de la temporada. | DA

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

La historia del fútbol sala tinerfeño en la élite se puede volver a escribir con la palabra efímera. La convulsa e incierta situación del Uruguay FS puede repetir el fugaz y perecedero paso de otro equipo de la Isla por la máxima categoría de este deporte a nivel nacional. Hace 20 años, tras una temporada entre los grandes del fútsal español, el Coelca Toscal, (el Iberia de toda la vida, perdió una categoría que había conquistado meses atrás. El 8 de mayo de 1994, y tras perder con el Caja Segovia, los tinerfeños regresaron a la entonces denominada Primera División, categoría que a la que habían ascendido el 16 de mayo de 1993, después de derrotar por 3 a 1 al Burlada.

En esa época, el fútbol sala en Tenerife ya despuntaba con otros equipos, como el Muebles Norte, Atlético Panadería, Marquesinas y tantos otros bajo el reflejo del potente Sumarsa en Gran Canaria. Uno de esos clubes era el Uruguay FS. Como la mayoría de deportes en la década de los 80, el fútbol sala en España no era profesional y estaba organizado por dos asociaciones independientes, como eran la AECFS (Asociación Española de Clubes de Fútbol Sala) y la ASOFUSA (Asociación de Fútbol Sala), las cuales desarrollaban sus respectivos campeonatos nacionales sin que existiera un criterio para establecer un único y oficial campeón de España, hasta que medió en este conflicto el Consejo Superior de Deportes en 1989, unificándose las dos asociaciones. A partir de la campaña 2011-2012, las categorías cambiaron sus nombres por los de las categorías del fútbol, por lo que División de Honor pasaría a llamarse Primera División; División de Plata, sería Segunda División; Nacional A, se conocería como Segunda División B y la Nacional B, como Tercera División. De alguna manera, el presente del Uruguay se asemeja al ocaso del Iberia Toscal, que acabaría desapareciendo en 2001.

Los inicios del ‘Uru’
El Uruguay FS fue fundado en 1981 y tras unos años compitiendo en las diferentes categorías provinciales y autonómicas, dejó de hacerlo en la década de los noventa. A pesar de este suceso no desapareció. Hasta ese momento había competido en lo que actualmente es la Segunda División B y en distintas categorías insulares y regionales. En una de estas temporadas, a finales de los años 80, se llegó a medir en un partido oficial al que era equipo referente en Tenerife: el Iberia Toscal. Fue en un encuentro que iba a decidir qué club tinerfeño iría a la Península a jugar la eliminatoria previa de la Copa de España. El Iberia era favorito, pero el incipiente Uruguay le ganó con solvencia y se plantó en Málaga para jugar contra el Ávilas Rojas; un club que entonces tenía un presupuesto de 25.000.000 de pesetas, que contrastaban con la pírrica cantidad de 275.000 pesetas que tenía como presupuesto del equipo tinerfeño. El Uru compitió como pudo e incluso sacó un meritorio empate a tres en el choque de vuelta en Tenerife, pero cayendo eliminado.

En 2006, antiguos jugadores del Uruguay deciden volver a lanzar el proyecto y lo inscriben en segunda territorial. Desde ese momento el conjunto celeste no deja de crecer, y logra incluso cuatro ascensos hasta llegar a la Segunda División, en la que está dos cursos ( de 2012 hasta 2014), donde alcanza la cumbre de su historia con el ascenso a la máxima categoría del fútbol sala el pasado 2 de junio, en un Pabellón Municipal de Deportes de la capital tinerfeña abarrotado, algo similar a hace 21 años, cuando el Coelca Toscal ascendió a la élite, y donde a modo anecdótico se consiguió una recaudación de doscientas cincuenta mil pesetas aquel mes de mayo de 1993 tras congregar a 4.500 personas en el Pabellón Central de la capital tinerfeña.

Al final de aquel encuentro, el entonces consejero de deportes del Cabildo de Tenerife, y hoy alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, le entregó al brasileño Claudinho el galardón de máximo goleador, arropado por una plantilla formada por jugadores como Jomi, Jesús, Erikson, Ike, Javi, Alberto, Santi o Raúl, bajo la dirección técnica desde el banquillo de Juan Pedro Morales.

Una formación del Iberia Toscal. | DA

Una formación del Iberia Toscal. | DA

Vicisitudes económicas
Pero antes de ese momento de notoriedad y prestigio, el Tenerife Iberia Toscal atravesó a finales de 1990 una situación económica casi tan límite como la del Uruguay en la actualidad.

El representativo tinerfeño en fútbol sala tuvo un mal comienzo liguero representando a nuestra provincia en la Primera División A, Grupo Sur de la Liga Nacional, junto a equipos de Las Palmas, Málaga, Granada, Cádiz, Córdoba, Huelva, Almería, Cáceres, Ceuta y Melilla. Un grupo bastante fuerte contando con grandes presupuestos y jugadores extranjeros en sus filas, principalmente brasileños y uruguayos. El presupuesto con que contaba el Iberia ascendía a doce millones de pesetas que afrontaban sin patrocinador, estimando en 4.000.000 de pesetas el montante que debería sufragar un sponsor; cifra bastante baja para la competición nacional de la que se trataba. Los del Toscal mantenían en 1990 por quinto año consecutivo la máxima representación de nuestra provincia en fútbol sala. Entre otros logros, tenía el haber contribuido con tres jugadores a la selección nacional absoluta, de cara a la preparación del Mundial de Holanda en 1989. A partir de esa temporada había pasado a anteponer la palabra Tenerife a su nombre, por lo que pasó a llamarse Tenerife Iberia Toscal.

Poco a poco, fue consiguiendo resultados positivos que llevaron a jugadores, técnicos y directivos a soñar con el ascenso a la División de Honor. Sin embargo, esas ilusiones casi se fueron al traste al no disponer de un patrocinador, mientras intentaban que las instituciones públicas echaran un capote al equipo de la misma manera que lo habían hecho con otros tan representativos como el CD Tenerife. Unos años atrás, cuando el Iberia Toscal se enfrentó al Interviú de José María García jugando los insulares en categoría provincial, el conjunto del barrio del Toscal llevaba como apellido comercial la firma de productos navideños El Almendro. Luego, los toscaleros lograron el ascenso y se vieron sin empresa que colaborara con ellos pese al reclamo publicitario que suponía jugar en territorio peninsular.

A partir de ahí. Con el paso del tiempo, hubo que recurrir al uso del nombre de Tenerife para sacarle algo de dinero al Cabildo, pero ese apoyo no era suficiente para un club que estaba al borde de la retirada, y que ese mismo año fue nominado como finalista del premio Revelación del Año por parte de la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife. En medio de ese desierto, y con la soga al cuello, apareció la firma Coelca. El equipo pasó a denominarse Coelca Toscal y pudo seguir compitiendo hasta acabar logrando el empeño del ascenso a la División de Honor dos años y medio después. El Uruguay necesita ahora unos 200.000 euros para acabar la temporada. Y también le urge que aparezca un patrocinador como Coelca en su momento con el Iberia.

El conjunto toscalero descendió ese año, y después de unos cuantos de periplo por la Segunda División y por categorías regionales, acabaría desapareciendo; un final que no quiere emular el Uruguay, que lucha por cambiar el signo de la historia.

REACCIONES
Manuel Clemente Actual presidente y socio número 1 del Uruguay FS: à Manuel Clemente es el hombre que ahora se ha hecho cargo de la junta gestora del Uruguay FS. Pero para este santacrucero de 56 años, el club celeste lo ha sido todo. Con apenas 20 años fue jugador, pasando por entrenador, utillero y directivo de un club del que ostenta el honor de ser socio número 1. “Me aparté unos años hasta que en 2006 me vinieron a buscar para que echara una mano de nuevo”, evoca Clemente, quien asume con gallardía la difícil coyuntura que atraviesa el cuadro que debuta este año en la Liga Nacional de Fútbol Sala. “Este es un proyecto muy bonito, queremos luchar porque en esta nueva etapa se hagan las cosas bien y poder mantener una categoría que para el club, y para la Isla es muy importante”, apuntó Clemente, desde su nueva responsabilidad en un club que quiere seguir adelante.

Francis Arocas Entrenador del Uruguay y exjugador y exentrenador del Iberia Toscal: à Ha estado en las dos etapas de esplendor del fútbol sala tinerfeño. En su momento, el actual entrenador del Uruguay fue jugador y luego técnico del Iberia Toscal. Con una amplia experiencia a sus espaldas, Francis Arocas valora el presente de su equipo sin querer compararlo con el que vivió en el conjunto de El Toscal. “Los tiempos han cambiado”, asegura Arocas, para quien aquel Iberia supuso “un momento magnífico del deporte en Tenerife”. Francis Arocas recuerda cómo fueron los últimos años de vida del Iberia Toscal, en el que él se hizo cargo del banquillo. “Después del descenso de División de Honor, el equipo estuvo unos años con altibajos”, rememora. “Se ascendió y descendió varias veces hasta que ya el club no pudo aguantar más”. En ese sentido, estima que el Uruguay ahora “no tiene que pasar por lo mismo”.