Los monstruos son humanos

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Son humanos, pero casi nunca lo demuestran. El actual campeón, Magnus Carlsen, ganó y se adelanta al retador, Viswanathan Anand, pero la sexta partida del Campeonato Mundial de Ajedrez celebrada el pasado sábado fue un caso excepcional, sin duda histórico, tal y como lo explica el doble campeón insular y jugador del Ébano Casa de Venezuela José Manuel Ramos: “Hemos sido testigos de un error dramático en un match por el Campeonato Mundial de Ajedrez. En la sexta partida Carlsen y Anand han sido protagonistas de un auténtico blackout mutuo, cuando en la jugada 26 el noruego expuso a su rey en la casilla d2. La errónea jugada de Magnus propiciaba que Anand pudiera tomar el peón en la casilla e5 con total impunidad. Pero misteriosamente la ceguera se contagió y el jugador indio no supo ver lo que tenía claramente ante sus ojos”.

“Hasta ese momento -continúa nuestro experto- la partida había sido una demostración de la tremenda habilidad de Carlsen para hacer jugar a su rival en el terreno que le gusta. Tiene el campeón una virtud indescriptible para jugar posiciones secas, sin aparente interés o complejidad. Digamos que Magnus es el espíritu del gran Capablanca en el siglo XXI”, en homenaje al campeón mundial cubano (1921-1927), considerado como el Mozart del Ajedrez.

Ya sabemos que Carlsen está llamado a marcar época con su demoledor estilo, y que la variante Paulsen de la Defensa Siciliana que quiso practicar Anand no sirvió para truncar sus planes, pero volvamos a esa jugada 26, al momento clave: “Los mejores jugadores del mundo son también humanos”, concluye Ramos, para quien “ambos maestros se quedaron ciegos por un breve instante y cometieron errores que pasarán a la Historia del ajedrez. Magnus, posiblemente por su exceso de confianza en posiciones simples y Anand, porque no fue capaz de ver objetivamente sus oportunidades ya que un fallo garrafal de Carlsen era completamente impredecible”.

El próximo lunes se reanuda el match llevando Anand de nuevo las piezas negras, y entramos en la recta definitiva con una ventaja importante de Carlsen (3,5 a 2,5 puntos). Para el especialista, la clave pasa por “cómo asimilarán ambos el golpe psicológico que supuso esta sexta partida”.