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Mucho castigo para el Uruguay más valiente

   

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Demasiado castigo para tanta valentía. No sumó puntos el Uruguay pero la gallardía de los hombres de Francis Arocas mereció mucho más ante un rival que pasó muchas penurias para poder salvar un compromiso que realza el espíritu de los jugadores que quedan en el plantel capitalino.

Iago Barro y Jesús Murga encabezaron la revolución. El primero hizo tres paradas seguidas en tres minutos de juego; el segundo comandó la ofensiva del mermado conjunto del barrio de Salamanca que se fue al descanso con empate a dos y con la mala fortuna de haber anotado un tanto en propia meta.

Ya en el segundo tiempo Murga encendió la mecha con un robo en el centro del campo que transformó en una definición sutil para el 3-2. Poco dura siempre la alegría en casa del pobre. Y con la misma mala fortuna que había encajado el primer tanto el Uruguay encajó el empate a tres que le dejó muy tocado.

Echando mano del orgullo y pese a la oposición arbitral, el Uruguay luchó hasta que recibió los dos golpes que le dejaron sin un justo premio.