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Nuevo derrumbe en la antigua Celgán, donde viven 4 personas

   
El Ayuntamiento ha precintado el acceso a la fábrica y ha acordonado la zona del derrumbe. / DA

El Ayuntamiento ha precintado el acceso a la fábrica y ha acordonado la zona del derrumbe. / DA

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

A las once de la mañana de ayer, el techo del patio de la antigua fábrica de Celgán, en Santa Cruz, volvió a ceder como ya ocurriera hace dos años, cayendo el resto de la estructura que aún permanecía en pie. Afortunadamente no se produjeron daños personales, a pesar de que en estos momentos viven allí cuatro personas. Según confirmó el concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, que se desplazó hasta el lugar acompañado de los técnicos municipales y la Unidad Móvil de Actuación (UMA), “hemos precintado toda la zona, que afortunadamente no era transitada por las personas que viven allí y a través de la UMA hemos hablado con ellas para informarles del riesgo de derrumbe de la parte afectada”.

Los habitantes de la fábrica, antes de este suceso, ya estaban en seguimiento de los servicios sociales y se habían comprometido a que, cuando se procediera al derribo que está pendiente de ejecutarse, abandonarían el lugar voluntariamente. Adelantó Martín que, mientras permanezca la zona en riesgo, la UMA visitará dos veces al día el lugar para cerciorarse de que todo esta en orden. Según confirmó el edil de Urbanismo, ya se ha comunicado a las empresas de ejecución subsidiaria a las que se les había pedido presupuesto para el derribo de la fábrica, y que estaba pendiente de incluir el gasto correspondiente a la retirada de amianto presente en la edificación, que entreguen ya esos presupuestos con el fin de ejecutar cuanto antes la obra.

“Se han comprometido a enviar la documentación el lunes por la tarde a la Gerencia de Urbanismo. En cuanto lo tengamos, adjudicaremos sobre la marcha”. Esto supone que, una vez que se solucione la parte burocrática del contrato, se procederá al derribo de la parte de la fábrica afectada por los problemas estructurales”.

Hace dos años, la lluvia también provocó que se derrumbara parte del techo del patio central de la fábrica. En ese momento Urbanismo encargó un estudio para evaluar los daños estructurales del inmueble, llegando a la conclusión de que era necesario la demolición de parte de la antigua fábrica. La ejecución subsidiaria, ya que los dueños del inmueble no respondieron a los requerimientos del Ayuntamiento, fue la fórmula elegida para proceder a esta intervención cuyo coste supera los 300.000 euros. Sin embargo, la aparición de amianto en el interior de la fábrica, material contaminante cuya retirada obliga a la adopción de unas medidas concretas, retrasó esta intervención, entre otras cosas porque no existen empresas en Canarias que se dediquen a esta actividad.

Es en ese trámite en el que se ha producido un nuevo derrumbe, que ha llevado al precinto de la fábrica y a aumentar la vigilancia sobre el inmueble.