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La ordenanza que regula el taxi recibe 16 alegaciones

   
Los taxistas, durante una de las protestas celebradas en el área metropolitana. | FRAN PALLERO

Taxistas en Santa Cruz | FRAN PALLERO

N. T. | Santa Cruz de Tenerife

La división que existe en el sector del taxi se evidenció ayer en la moción que presentó el edil de XTF, José Manuel Corrales, exigiendo la retirada de la dedicación exclusiva de la ordenanza. Mientras toda la oposición coincidió en señalar que este punto no tiene ningún fundamento y que sólo perjudica a los taxistas, el equipo de gobierno se empeñó en defender que cualquier modificación debe presentarse a través de las alegaciones, cuyo plazo de presentación se cerró el 30 de septiembre, recibiendo sólo 16 alegaciones y, como remarcó el edil de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, “ninguna de los grupos políticos”.

Antes incluso de que empezara el debate, tuvo lugar el primer enfrentamiento entre Corrales y el alcalde, José Manuel Bermúdez, acusando el primero al regidor municipal de hacer una “cacicada” al “imponer” un turno de participación ciudadana además del que ya había presentado XTF. El representante de la Unión de Trabajadores Autónomos del Taxi (UTAT), Carmelo Peña, defendió la moción expresándose duramente al acusar al Ayuntamiento de buscar la ruina del sector con ese punto.

En el turno de participación que impuso el grupo de gobierno apoyándose en el reglamento del pleno, Víctor Melián, representante de la asociación Radio Taxi, quiso hacer constar que la ordenanza se votó y que los más de 500 taxistas que participaron lo hicieron a favor de la dedicación exclusiva. Durante la intervención de Melián, parte de los taxistas abandonaron el pleno entre gritos de mentiroso y vendido.

El primer teniente de alcalde, el socialista José Ángel Martín, puso en duda la legalidad de esta medida y de otras contenidas en la ordenanza y abogó por continuar el diálogo “con todos” en la tramitación de la ordenanza. Arteaga se expresó en los mismos términos y remitió a los interesados a debatir en el marco de las alegaciones, defendiendo que siempre ha hablado con todos.

Antes de que la moción fuera rechazada entre gritos de “no hay decencia” por parte de los taxistas, intervino el alcalde, José Manuel Bermúdez, para insistir en que el diálogo está abierto y que no se aprobará nada con visos de ilegalidad.