Los jugadores blanquiazules celebran el triunfo del lunes en La Romareda. / ASIER ALCORTA
ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife
Dos victorias seguidas y un partido previo con mejor juego y sensaciones que resultado. Esos son los datos más recientes de un CD Tenerife que ha empezado a remontar el vuelo a partir de la jornada 10, justamente al igual que la temporada pasada. El Tenerife 14-15 cayó derrotado en Pamplona haciendo méritos para mucho más. Hace un año, le pasó lo mismo en Huelva. Se puso por delante ante el Recreativo pero acabó perdiendo 2-1; eso sí, mostrando ya signos de recuperación tras un mal inicio liguero. El año pasado, la derrota con el Mallorca en la jornada nueve, cerró la mala racha.
En la décima fecha del curso pasado, los blanquiazules vencieron cero a uno en Ponferrada, y volvieron a repetir triunfo la siguiente semana en casa ante otro rival con pedigrí como el Deportivo de La Coruña. Este año, Barcelona B y Real Zaragoza han sido las dos últimas víctimas de un Tenerife que va a más. 3 de noviembre de 2013, jornada 12: el Alavés fue el siguiente oponente al igual que ahora y en la misma jornada. Entonces, el Tenerife no pudo pasar de la igualada a dos ante los vascos, aunque aquel encuentro se jugó en el estadio de Mendizorroza.
Tras ese impulso, el equipo de Cervera estuvo ocho semanas sin perder, racha que se quebró en Córdoba tras haber goleado días antes a Las Palmas en el Heliodoro Rodríguez López. Pero, hay más similitudes entre el momento actual y lo sucedido en el mismo tramo del ejercicio pasado. Por ejemplo, Diego Ifrán se ha empezado a destapar como el goleador que es, con tres dianas en dos partidos seguidos. Ayoze Pérez fue el revulsivo el año pasado. Marcó en Ponferrada y ante el Alavés y Eibar en los choques posteriores, anotando tres goles en cuatro partidos. Además, la irrupción de Ayoze provocó un cambio a la hora de jugar arriba.
El míster blanquiazul empezó a retrasar a Aridane, con lo que el hoy jugador del Newcastle tenía más libertad en ataque. A eso hay que unir que Cervera dio con la pareja ideal en el centro del campo: Aitor Sanz y Ricardo se asentaron por el medio, al igual que ahora se ha encontrado la fórmula de jugar con tres centrocampistas, usando a Ricardo escorado a la derecha. Unas modificaciones que dieron al equipo estabilidad y seguridad en lo que hacía.
Por otro lado, el curso 14-15 también hubo un ‘proscrito’en la plantilla tinerfeña, como sucede ahora con el Ruso García. Sergio Aragoneses salió del equipo titular, y de un plumazo desapareció de las convocatorias hasta acabar marchándose del club un par de meses después. El Ruso, ahora está en una coyuntura delicada tras sus manifestaciones públicas criticando el sistema de juego que utilizaba Álvaro Cervera, y está más fuera del club que dentro en estos momentos.
Todo conduce a la misma conclusión: A imagen y semejanza de la campaña 13-14, se puede decir que el Tenerife ha dilapidado la parte inicial del campeonato, repitiendo casi de la misma manera los pasos en falso que dio un año atrás, con la expectativa de que la recuperación y la mejoría del equipo, dure al menos el mismo tiempo que las ocho jornadas que estuvo sin perder.