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El pabellón Insular Santiago Martín vivió la primera victoria de su equipo como local esta campaña. / FRAN PALLERO

El pabellón Insular Santiago Martín vivió la primera victoria de su equipo como local esta campaña. / FRAN PALLERO

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

El Iberostar Tenerife derrotó este domingo al Morabanc Andorra por la vía rápida, desde el primer minuto de partido y poniendo más intensidad que su oponente. Alejandro Martínez reconocería en rueda de prensa que no había resultado un encuentro sencillo, pero sí que lo pareció desde fuera, por supuesto.

La sensación hasta el momento es que cuando los tinerfeños se han medido con un rival de su liga, han demostrado su superioridad. Además, si se miden a un oponente de otro estilo de juego consiguen llevarlo a su terreno y, como en el caso de ayer, si su contrincante quiere jugar a lo mismo, acaba desarbolándolo y demostrando que su ritmo es muy complicado de seguir.

Ayer, además, jugadores que estaban teniendo menos minutos, como Rost, Heras y en menor medida Lampropoulos, pudieron disfrutar de más tiempo en pista, demostrando que la plantilla de esta campaña tiene muchas garantías.

Demoledor resulta un dato destacado por ambos entrenadores. El Iberostar Tenerife consiguió más rebotes ofensivos (16) que rebotes defensivos (14) el Morabanc Andorra. Todo ello a pesar de que no fue el día con mayor acierto exterior para los tinerfeños. La primera victoria como local de la temporada se cimentó desde el inicio. En 40 segundos, Román Martínez había cometido dos faltas, en cinco minutos el Andorra había anotado solo tres puntos y en siete los locales ya ganaban por un claro 21-9.

El recién ascendido Andorra, que lleva tres victorias en el arranque de curso, parecía un equipo de Adecco Oro en manos de uno de la Liga Endesa. No daba sensación de tensión, de garra, de lucha, todo lo contrario que el CB Canarias, quizás mejor en la primera parte que en la segunda, que sabía que, tras perder en casa con CAI, Real Madrid y FC Barcelona, ayer no podía fallar.

El juego interior canarista dominaba al andorrano, los locales perdían menos balones que su rival y, sobre todo, castigaban más sus errores. Así, con 25-11, acabó un primer cuarto que, aunque parezca algo exagerado, daba la impresión de dejar sentenciando el partido.

Joan Peñarroya hizo lo que haría cualquier entrenador en una situación igual: utilizar a todos sus jugadores para ver si alguno era capaz de cambiar la dinámica.

No sirvió de nada porque, lejos de que Andorra pudiera remontar, el Iberostar Tenerife siguió a los suyo. Peñarroya pidió tiempo muerto con 37-14, pero el Iberostar Tenerife seguía siendo un equipo intenso, ambicioso y que no da un balón por perdido.

En el segundo tiempo Andorra lo intentaría con poca fe, pero los locales, algo lógico en este tipo de partidos, bajaría algo sus prestaciones, quizás por contagiarse algo de su rival o porque, en cierto modo, se relajó algo.

Lo cierto es que Morabanc Andorra consiguió anotar 15 puntos en los últimos cinco minutos de este cuarto, proporcionalmente mucho más que lo que había conseguido hasta el momento.

El esfuerzo anotador de los visitantes quizás les pasó factura en lo físico, porque, a solo cuatro minutos del final, Joan Peñarroya tendría que parar el encuentro después de que la distancia llegara a 30 puntos (75-45) con su equipo dando una muy pobre imagen sobre el parqué del pabellón Insular Santiago Martín.

En los últimos compases del encuentros ambos conjuntos dieron la impresión de querer más que nadie que sonara la bocina del final del partido. Eso provocó algunos errores por parte del Iberostar Tenerife, que fueron aprovechados por los andorranos para dejar el electrónico en el 83-56 final.

El Laboral Kutxa vitoriano, uno de los que pueden ser rivales directos en la lucha por entrar en la Copa del Rey de Gran Canaria, será el próximo oponente de un equipo que ayer demostró que, a pesar de la baja del asturiano Saúl Blanco, la calidad, compensación y tamaño de su plantilla es el mejor aval de cara a poder conseguir los objetivos en la campaña en curso.