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Sikma no es suficiente

   
Juan Carlos Navarro trata de superar la defensa de Nicolás Richotti. / S.M.

Juan Carlos Navarro trata de superar la defensa de Nicolás Richotti. / S.M.

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

Como sucediera frente al Real Madrid, el Iberostar Tenerife se encontró ayer de bruces con la realidad de la Liga Endesa. Una competición que tienen a los madridistas y al FC Barcelona como dos equipos prácticamente inalcanzables para el resto de los mortales. Por si fuera poco, la baja a última hora de Blagota Sekulic condicionó aún más a los insulares, que tuvieron que echar mano de Lampropoulos, Sikma y Tsairelis, además de adaptar a Rost y Beirán en el interior, algo que salió mejor en el caso del primero más que del segundo.

El Barcelona es un equipo que respeta sumamente a sus rivales. Lo hace Xavi Pascual, que quizás por eso es más valorado por sus compañeros de profesión que por el aficionado en general, que es un entrenador que afronta de la misma manera un partido contra el Canarias en el Santiago Martín que contra el Fenerbahce en Estambul. Son un conjunto que no desperdicia la posibilidad de defender a la perfección una última posesión de 2,9 segundos independientemente de que solo con la calidad de su plantilla podrían ganar al 80% de equipos con los que comparten la Liga Endesa.

Con la baja de Sekulic y el podería interior azulgrana todo apuntaba a que el choque pudiera desnivelarse en las zonas, pero lo cierto es que los visitantes apostaron por el equilibrio, aprovechando el desacierto exterior de su rival y, eso sí, su capacidad para capturar 13 rebotes más que su oponente.

Además, el acierto del bloque, una de las grandes virtudes insulares, no pudo verse en el día de ayer, después de que solo entre tres jugadores, Sikma, Lampropoulos y Blanco, anotaran 46 de los 66 tantos conseguidos por el CB Canarias.

El Iberostar Tenerife nunca estaría por delante en el marcador. Desde un primer momento, los de Pascual impusieron su ritmo asfixiante en defensa. Ricardo Úriz no encontraba la vía por la que hacer daño al FC Barcelona, por lo que los hombres de interior del Canarias trataron de tomar el protagonismo ofensivo de su equipo.

Fueron Sikma y Blanco los que lograrían que su equipo siguiera cerca en el marcador a pesar de los intentos de Thomas por lograr la primera ventaja importante de los catalanes.

Alejandro Martínez probó con Javier Beirán como cuatro. El madrileño, cuya virtud más destacada no es la de ser un jugador con gran capacidad defensiva, tuvo que bailar con la más fea. Justin Doellman aprovechó para anotar cinco puntos de manera consecutiva, lo que permitió al FC Barcelona cerrar el cuarto con 6 puntos de ventaja (18-22).

El segundo cuarto decidiría el encuentro. La renta para los visitantes, que llegó a ser de 16 puntos, no llegaría, curiosamente, desde el interior, sino con varios triples consecutivos por parte de Navarro, Abrines y Doellman. Cuando, tras la canasta de tres del norteamericano, Alejandro paró el encuentro con un tiempo muerto, el electrónico ya reflejaba un 23-34 que daba alas a los de Xavi Pascual.

Sikma atraviesa su mejor momento desde que llegó al Iberostar Tenerife. / SERGIO MÉNDEZ

Sikma atraviesa su mejor momento desde que llegó al Iberostar Tenerife. / SERGIO MÉNDEZ

Sentencia al descanso
El entrenador local buscaría diversas fórmulas para frenar el juego rival, pero las mismas resultarían estériles. Los bases del FC Barcelona se imponían a los del CB Canarias, llevando el encuentro al 28-44 del descanso que, quizás más por sensaciones que por juego, parecía dejar sentenciado el enfrentamiento.

El paso por vestuarios hizo variar muy poco el panorama. Saúl Blanco, desacertado en los primeros 20 minutos, trató de mostrar su mejor cara y un triple suyo, unido a dos tiros libres de Lampropoulos, parecieron espolear los ánimos del Santiago Martín, lo que dio un empujón a los aurinegros con más corazón que cabeza.

Navarro, con un triple desde muy lejos, llevaría la diferencia a 19 puntos (40-59) pero ni el parcial de 7-0 posterior de los de Alejandro Martínez serviría para poner nervioso a un FC Barcelona que aprovechaba cada error de su rival para mantener la renta en 15 puntos (47-62) cuando la bocina marcó que solo quedaba un cuarto por celebrarse en Los Majuelos.

Castigados
Luke Sikma sería la principal baza del Iberostar Tenerife para tratar, a la desesperada, una remontada que se presentaba utópica. El norteamericano demuestra en cada partido que su nivel a día de hoy es, sencillamente, espectacular. Más allá de que se le note que su margen de mejora es aún importante, en aspectos como el tiro exterior o a la hora de dosificarse en el plano físico, el interior canarista se echaría el equipo a la espalda para tratar de ganar a la heroica ya que todo lo anterior parecía no funcionar ante un gigante como el equipo barcelonista.

Gracias a la actuación de Sikma los locales se situaron a solo nueve puntos de su rival (60-69) pero cuando aparecía en una canasta el jugador del Iberostar Tenerife, también lo hacía Lampe en la contraria.

El polaco, junto a la visión de juego de Ante Tomic, dio una lección de ganar la posición en la zona haciendo estériles los esfuerzos aurinegros por mantener la esperanza en la grada.

Los 14 puntos de diferencia fueron el mejor ejemplo de que los tinerfeños nunca se rindieron, pese a la categoría de su rival, pero que, a día de hoy, la diferencia entre el primer escalón de la ACB reservado para Real Madrid y Barcelona es inalcanzable para el resto de equipos. O al menos para el Iberostar Tenerife.