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Al golpito >

Quirón – Por Rafa Lutzardo

   

Sin duda, los recortes brutales de la actual crisis económica de este comienzo de siglo XXI por parte del Ejecutivo central con respecto a la Sanidad Pública española cuya partida ha sido de 3.974,62 millones de euros a esta política (288,96 millones menos que en el ejercicio anterior), motiva un deterioro importante en la pérdida de recursos humanos, lo que supone muchas carencias de material clínico, lista de esperas interminables y pérdidas de calidad asistencial y de vida. Pese a todo ello, nuestra Sanidad Pública sigue funcionando de la mejor manera posible, pero no por la buena gestión del Gobierno central, sino por los profesionales que cada día realizan un gran esfuerzo; multiplicándose en sus respectivos compromisos con los pacientes que acuden a los centros de salud y hospitales. Personalmente, tengo que resaltar que recientemente he sido intervenido en el Hospital Quirón de Santa Cruz de Tenerife por el especialista oftalmólogo, Ricardo Herrera Piñero y su equipo de confianza.

Sinceramente, no puedo ocultar el maravilloso lado humano que tiene cada profesional del citado hospital. El doctor Ricardo Herrera Piñero y todo su equipo de intervenciones quirúrgicas, desprenden ternura, optimismo, seguridad y mucho amor por su trabajo, pero especialmente con cada uno de sus pacientes, entre ellos, yo. Los pasillos de los quirófanos suelen ser fríos, transmitiendo miedos escénicos a lo desconocido, pero tanto hombres como mujeres profesionales que componen el organigrama del Hospital Quirón de Santa Cruz de Tenerife, hacen que esos pasillos fríos que tienen como destino los quirófanos se conviertan en calor humano por el equipo del doctor Ricardo Herrera Piñero. No dudo, que eso mismo ocurra en todos los centros hospitalarios y centros de salud de toda España; pero lo que si tengo claro es una cosa: las sonrisas, el calor de unas manos solidarias, las miradas cómplices de optimismo, los mensajes de serenidad, la información que recibes antes y después de ser intervenido por todos los profesionales de la Clínica Quirón, son verdaderamente importantes y maravillosos para que cualquier paciente se sienta relajado y tranquilo. La crisis económica, la mala gestión del Gobierno central, la corrupción gubernamental y sindical, no han impedido que los profesionales de nuestra Sanidad Pública y privada dejen de cumplir con sus compromisos profesionales. Pero sobre todo, una sonrisa a la vida. Ellos, esas personas del mundo de la ciencia de la medicina que tantas vidas salvan a los largo del año, poco ganan si comparamos lo que gana un mediocre político y encima se convierte en un corrupto.