DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife
La renovación es algo más que un gesto. Lavarse la cara cada mañana está bien. Pero mejor estaría si se cambia la muda interior con periodicidad (preferiblemente, una vez al día), no de manera esporádica. Aunque prescindir de la prenda sea una solución atractiva en audaces circunstancias, se desaconseja hacerlo con asiduidad por razones de higiene y de seguridad.
La corruptela no consiste solo en trincar de la caja común. También lo es la perversión de los valores humanos. En esta tesitura, en la que los brujos se han convertido en inquisidores que prenden la hoguera de la hipocresía con cinismo inflamable, la limpieza moral es una perentoria exigencia ética.
Están barriendo la corrupción en España con escobas de contrabando. Quien hace el reglamento prepara la trampa. Al presidente de la Junta de Extremadura le han tendido una emboscada, porque todos los diputados y senadores pueden viajar gratis por el país, en avión o en tren, sin obligación de justificarlo. Han invadido la intimidad de Monago para intimidarlo.
Daoíz, uno de los leones de las Cortes Generales, simboliza la castración nacional: carece de testículos. Reparar semejante anomalía no está entre las prioridades del Gobierno. Teme que tal operación dañe la escultura. Tampoco se le ha ocurrido colocar una felina en ese lugar. Las bases del sistema democrático se tambalean. Convicciones consolidadas se han caído del pedestal y habrá que ponerlas en pie para que la arquitectura social no quede sepultada bajo los escombros políticos. Mariano Rajoy comparecerá el 27 de noviembre en el Congreso para un tratamiento de regeneración. Paralelamente, “en respuesta al desencanto de los ciudadanos después de seis años de crisis y tres de indigestión del PP”, el PSOE tramita una proposición que incluye cincuenta medidas que modificarían doce leyes. “La justicia está mal financiada y sin los recursos necesarios para afrontar la avalancha de causas”, constata el senador tinerfeño José Vicente González Bethencourt. “Urge una profunda reforma constitucional para restaurar la confianza en lo público y las instituciones”.
Los socialistas promueven una modificación del Código Penal respecto a la financiación ilegal de los partidos y el enriquecimiento ilícito que castigue el incremento patrimonial de las autoridades y del funcionariado, avanza González Bethencourt. Aparte de rebajar de 120.000 a 50.000 euros el umbral de la cantidad defraudada como delito fiscal, se aumentaría el plazo de prescripción de las fechorías, se reforzaría la prohibición del fraccionamiento artificial de los contratos con la Administración y disminuirían los contratos adjudicados mediante procedimiento negociado sin publicidad, además de prohibir los indultos en este ámbito, reducir los aforamientos, instaurar la figura del defensor del militante y limitar a dos los mandatos consecutivos en la jefatura del Ejecutivo.
La “sensación de impunidad” dispara los niveles de indignación en la sangre de Cayo Lara. Durante una visita a Canarias, el coordinador federal de Izquierda Unida sometió a un tercer grado a los que él tacha de adversarios de la decencia. Son unos cuantos. Al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, le cantó una nana cara a la pared después de que el Tribunal Constitucional admitiera a estudio el recurso contra la consulta sobre las prospecciones petrolíferas, una suspensión que automáticamente soliviantó a Rivero. El presidente reaccionó con una encuesta que cuesta 40.000 euros para conocer qué piensan los canarios a propósito del “despropósito” de los sondeos.
En el “tiempo de descuento”, como así lo define Asier Antona, Paulino Rivero se afana en demostrar que no está de vacaciones y que se preocupa de seguir ocupado en sus responsabilidades de custodia. La feria de Londres fue un escaparate del alegato miedoambiental.
Y, en la barra del barómetro del CIS, Pedro Sánchez celebra que el PSOE se vaya recuperando de la resaca. En la verbena isleña aún persiste la borrachera.