Desde el dÃa que Rivero se sacó de la manga la consulta sobre el petróleo, tuve la certeza de que nunca se realizarÃa. Las idas y venidas del Gobierno regional en relación con este asunto han forzado la máquina de lo legalmente posible, pero también de lo socialmente asumible, hasta bordear el ridÃculo. Lo que en Cataluña, con la mitad de la población apostando con entusiasmo por la secesión, tiene visos de convertirse en el principio de una tragedia, aquÃ, en la España tropical, se asemeja mucho más a una comedia bufa.
Aún asÃ, el Gobierno de Canarias -al menos la parte del Gobierno que se mueve en el entorno del presidente Rivero- se resiste a aceptar que el Tribunal Constitucional le ha hecho un favor al suspender una consulta con graves defectos de planteamiento y escasÃsimas posibilidades de resultar un éxito.
En vez de hacer mutis por el foro, o emitir las consabidas declaraciones de condolencia y acusación a Madrid, Presidencia ha soltado a esa lumbrera que es Fernando RÃos Rull, para anunciarnos que Canarias disuadirá a Repsol por la vÃa de tributos contra las extracciones y ecotasas varias. ¿Alguien le ha dicho a don Fernando que Canarias no puede crear impuestos para actividades que no son de su competencia? Porque de competencia e incompetencia va la cosa. Canarias no es competente en la gestión de las extracciones, y Fernando RÃos es incompetente… básicamente en todo.
En fin: pongamos de una vez punto final a esta ridiculez. El Gobierno regional ha intentado parar las prospecciones y no ha salido, porque no tiene herramientas para ello. El Gobierno puede (y debe) seguir denunciando el trato indecente y desigual con el que el Gobierno de España y su ministro canario han tratado a esta región, apoyando decididamente las actuaciones de Repsol frente a las costas isleñas, mientras en Baleares o Valencia, se la han envainado sin mucha alharaca.
El Gobierno regional puede (y debe) denunciar polÃticamente ese trato desigual, y puede (y debe) insistir en todas las vÃas judiciales que queden abiertas, aquÃ, en Europa y el todo el Universo Mundo. Pero deberÃa impedir que sus hooligans más aguerridos sigan pariendo una memez tras otra.
El cupo del ridÃculo está más que cubierto. La pelea polÃtica por la candidatura de Coalición que movÃa a Rivero, perdida. Y agotada la amenaza de la consulta popular, en la que no creyeron ni siquiera ellos. Por cierto: que aquà no se encargaron nunca las urnas de cartón, eso es un secreto a voces. ¿SabÃan ya que no se iba a celebrar la consulta?