La empresa se ubicará en puerto de Santa Cruz. / DA
JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
La epidemia de ébola que todavía padecen varios países de África Occidental, así como la cercanía y conexiones de estos con Canarias, ha provocado que el Gobierno central extreme las precauciones en el control de los puertos y aeropuertos isleños. Por ello, el Ministerio de Sanidad ha decidido ampliar el personal que realiza estas tareas de inspección en el Archipiélago, máxime después del incidente de la patera que llegó la semana pasada hasta Maspalomas, en la que se creía podían viajar algunos inmigrantes sin papeles afectados por el virus.
En este sentido, y según confirmaron desde la Delegación del Gobierno en las Islas, a los cuatro médicos de Sanidad Exterior que había hasta ahora se sumarán otros dos en breve, ambos en la provincia de Las Palmas. De este modo, el operativo quedará conformado por 4 médicos y 4 enfermeros para cubrir las islas orientales, y 2 facultativos y 2 enfermeros para las occidentales. Estos equipos, no obstante, se verán apoyados por los profesionales del Servicio Canario de la Salud (SCS) cuando sea necesario, como recientemente explicó en el programa Despierta Tenerife de Teide Radio la directora del SCS, Juana María Reyes. Esta recordó que su departamento “no tiene la responsabilidad de la atención en las playas ni a la población inmigrante”. “Solo actuamos cuando las cosas se desbordan o cuando nos demandan ayuda desde Sanidad Exterior”, recalcó Juana María Reyes, quien insistió en que en casos como el de la patera que arribó a Gran Canaria es la propia Sanidad Exterior de fronteras la que debe actuar, “aunque tiene medios limitados”. “Nosotros colaboramos a través de Salud Pública en el control de puertos y aeropuertos, pero en el caso de la patera de Maspalomas se activó Cruz Roja, con la que hay un convenio, y solo se actuó ante la sospecha de que pudiera haber algún enfermo de ébola”.
La responsable del Servicio Canario de la Salud reconoció que “por problemas de idioma se dieron varias informaciones distintas, lo que nos hizo dar instrucciones diferentes y activar hasta tres tipos de recursos, porque no era lo mismo que procedieran de un país afectado por el virus o no. Los inmigrantes no corrieron riesgos, excepto por el calor y el sol”, denotó Reyes, quien confirmó que “Sanidad Exterior y la Policía nos pidieron una certificación en la que explicábamos que no había riesgo de que alguna de estas personas pudiera padecer ébola”.
Pese al intenso tráfico de viajeros que tiene el Archipiélago, en los últimos años no se han registrado incidencias sanitarias de consideración. Ello no evita que casi a diario se reciban comunicaciones de alertas internacionales, a partir de las cuales se conoce la situación epidemiológica en otros países, como ocurre con el propio brote de ébola en África Occidental o en otras epidemias anteriores, como la registrada por cólera en Cuba o por el dengue en Madeira.
Al respecto, desde el Centro de Vacunación Internacional de Sanidad Exterior dejan claro que “no se han detectados casos de ébola” en Canarias y es “prácticamente imposible” que la enfermedad pueda radicarse en las Islas por la llegada de algún viajero enfermo. No obstante, sigue vigente la alerta para que se controlen todos los barcos y aeronaves que procedan de países en riesgo. De hecho, se hace seguimiento de todos los buques y se realiza una declaración marítima de sanidad, un certificado de todos los eventos sanitarios que se producen a bordo, para saber si hay enfermos o afectados.
“A nosotros las que más nos preocupan son las fiebres hemorrágicas virales, como el ébola o la fiebre de Lassa, que tienen una alta mortalidad y son tremendamente contagiosas”, denotan en Sanidad Exterior. Por eso, periódicamente se llevan a cabo simulacros, con la ayuda de la Armada, ante la posible aparición de embarcaciones con tripulantes, pasajeros o polizones afectados por estas patologías.