X
tenerife >

¿Separar residuos? Claro que sí

   
Contenedores en Santa Cruz. / DA

Contenedores en Santa Cruz. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

¿Alguna vez se ha preguntado adónde van a parar los residuos que depositamos diariamente en los contenedores o en el punto limpio de Santa Cruz de Tenerife? Si la respuesta es sí, debe saber que hoy en día la mayor parte de los desechos que producimos en hogares y negocios acaba en el Complejo Ambiental de Tenerife. Todos aquellos que aún siguen pensando que “separar no sirve para nada” deberían darse un paseo por allí para comprobar lo equivocados que andan.

El complejo es una macroinstalación gestionada por el Cabildo Insular en el municipio de Arico mediante las aportaciones económicas de todos los municipios, con nuestra capital a la cabeza. Todos los residuos recogidos en la Isla, excepto el vidrio y el papel recolectados selectivamente -esto es, el que se ha depositado en los contenedores verdes y azules, respectivamente- son transportados hasta aquí.

La basura procedente de los contenedores de fracción resto (basura en masa) también llega hasta aquí y pasa a la planta de clasificación Todo-uno, donde se realiza una separación para recuperar el papel y cartón, vidrio y envases que los ciudadanos no hayan separado en origen, como se recomienda hacer desde que existen contenedores para separar la basura en origen. También se retira la materia orgánica, que se destina a la planta de bioestabilización situada en el propio complejo, y de la que se obtiene un subproducto apto para su empleo en jardinería.

¿Cómo llega todo este material a Arico? En Santa Cruz de Tenerife, los camiones recolectores de la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos (RSU) realizan más de 70 viajes al día para transportar su carga. En la gran mayoría de los casos, estos residuos de origen orgánico son depositados en la planta de transferencia número 4 de El Rosario -un eslabón intermedio en la cadena de la gestión insular de residuos-, si bien un pequeño porcentaje de ellos, básicamente los escombros y los restos recogidos por las barredoras, deben ser trasladados directamente al Complejo Ambiental de Tenerife.

Los envases ligeros depositados en el contenedor amarillo también entran en el complejo y pasan directamente a la planta de clasificación de envases donde, mediante procesos mecánicos y manuales de separación, se clasifican por los diferentes tipos de materiales que contienen. Una vez hecha esta tarea, se prensan y se envían fuera de Tenerife para su reciclado en industrias especializadas. Antes de llegar a Arico, los envases ligeros también han sido conducidos hasta la planta de transferencia número 4. En días laborables se efectúan entre uno y tres viajes hasta esta instalación.

Con estos procesos se consigue cumplir con el objetivo de reducir al mínimo posible la cantidad de residuos que se arroja en las celdas de vertido: aquí se extienden y compactan en capas sucesivas todo aquello que no ha podido entrar en ningún programa de reciclado. Se logra entonces la captación del biogás generado por la descomposición de la basura. Tras un proceso de adecuación y filtrado producirá, finalmente, energía eléctrica.

Voluminosos y RAEE
También acaban en el Complejo Ambiental de Tenerife, ya que son remitidos a la planta de clasificación de voluminosos y los RAEE, acrónimo que engloba a los aparatos eléctricos o electrónicos: desde un electrodoméstico hasta un teléfono móvil o un pequeño reproductor de audio. En el caso de los residuos voluminosos, al no haber en la Isla un organismo que se dedique a la gestión de este tipo de residuos, son triturados y enterrados directamente en las celdas de vertido del complejo. Sin embargo, los RAEE que llegan al complejo sí son recogidos por un sistema integrado de gestión (SIG) para su posterior gestión y reciclaje. De esta manera, se consigue evitar el vertido incontrolado de aparatos que contiene un alto porcentaje de componentes especialmente dañinos para el medio ambiente o la salud humana.

Vidrio y papel-cartón
El proceso sigue cauces distintos en el caso del papel-cartón y el vidrio. En ambos casos, el material recogido de los contenedores azules o de los iglús de color verde es enviado a plantas de clasificación supervisadas por empresas como Ecoembes y Ecovidrio, formadas por los propios fabricantes de estos productos para asegurarles nuevos usos. Para ello se compactan los restos recogidos antes de su envío fuera de la Isla a industrias de reciclaje.

En Santa Cruz, entre tres y cinco veces al día, el vehículo recolector se dirige hasta el almacén de recepción que posee en Güímar el gestor autorizado por el Gobierno de Canarias. Previa verificación de su contenido, los restos de papel y cartón son pesados y preparados para su transporte a la Península.

Pesaje
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife lleva a cabo un control diario de la cantidad de papel-cartón y envases ligeros que se vierte en cada distrito del municipio mediante el pesaje de los recipientes que contienen ambos tipos de residuos. El pesaje es, en la práctica, una operación sencilla y rápida realizada mientras se eleva el contenedor para descargar su contenido en el camión recolector.

En el momento en el que es levantado el contenedor, se calcula el peso del recipiente con los residuos en su interior gracias a que los propios recolectores tienen incorporados una pesa. Una vez vertido, se vuelve a efectuar la misma operación con el contenedor completamente vacío. La diferencia entre ambos valores queda reflejada en el ordenador instalado en la cabina del camión.