El Rowan Renaissance es el barco que Repsol utiliza para sus sondeos petrolíferos cerca de Canarias. / DA
D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife
Esto no ha hecho más que empezar. El sondeo exploratorio que Repsol realiza a 54 kilómetros de Fuerteventura y a 62 de Lanzarote en busca de hidrocarburos alcanzó el martes, en el primer día de actividad, los 110 metros de profundidad. Se está aún muy lejos del objetivo de esta fase inicial: los 1.900 metros bajo el mar.
Llegados a ese punto, los operarios al servicio de la petrolera detuvieron el descenso para ocuparse de otras tareas a bordo del buque Rowan Renaissance, como el ensamblaje de tuberías.
Aunque los trabajos se desarrollan durante “las veinticuatro horas”, explican a este periódico fuentes de la compañía, “no se está perforando todo el tiempo”. Ante cada avance, recalcan, “se extreman las medidas de seguridad”. Y es que dos meses dan mucho de sí.
Ayer, el presidente de la empresa participada por CaixaBank, Antonio Brufau, también acentuó el “exquisito” respeto al ecosistema.
EUROPA PRESS | Madrid
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, justificó ayer la actuación de la Armada en el incidente del sábado con Greenpeace en aguas de Canarias. “Se hizo un uso proporcionado de la fuerza”, respondió a la diputada del PSOE por Santa Cruz de Tenerife Patricia Hernández y candidata a la presidencia del Gobierno regional. “La Armada ejerció las funciones que tiene atribuidas por la ley y por los convenios internacionales suscritos por España”, arguyó Morenés. “Cumplió con su deber de evitar la comisión de hechos presumiblemente delictivos mediante el uso proporcionado de la fuerza”.
Hernández acusó al Ejecutivo de “mentir” y de utilizar a las Fuerzas Armadas para “defender los intereses de una multinacional”, en alusión a Repsol.
En la sesión de control, el ministro aseveró que el buque de perforación Rowan Renaissance había sido “autorizado por el Ejecutivo para realizar trabajos de prospección en “aguas internacionales en las que España ostenta derechos soberanos sobre la plataforma continental”. El barco de la Armada Relámpago fue desplegado allí, recalcó Morenés, para “control y vigilancia en la zona de exclusión de una milla de diámetro que fue establecida para asegurar las labores de navegación y prospección”. A ese contexto, el ministro denunció que Greenpeace “violó” esa zona de seguridad e “ignoró” las instrucciones para que la abandonara y que después intentó abordar el Rowan Renaissance.
Sin embargo, la diputada del PSOE expuso que ningún artículo de la Constitución “pone al Ejército a defender los intereses de una empresa multinacional”.
El Gobierno y el grupo ecologista se culpan mutuamente de ser los causantes de las heridas que sufrió una joven italiana, que tuvo que ser evacuada a un hospital, a causa de las hélices de alguna de las lanchas, y que hoy tendrá el alta.
“Con las prospecciones en Canarias al Gobierno se le ha ido el norte, el sur, el este y el oeste”, proclamó la parlamentaria socialista. “Su mayoría absoluta no les da derecho a comprometer el futuro de Canarias, a ignorar y despreciar a la comunidad científica y a las instituciones de las Islas, a supeditar los intereses de Canarias a los de Repsol y mucho menos reprimir protestas pacíficas”. Sobre este punto, preguntó al ministro si “no sabe la diferencia entre un pirata y un ecologista”, en referencia a las afirmaciones del Ministerio de Defensa. “Las imágenes dan cuenta de la agresividad desproporcionada contra civiles desarmados”, remachó Patricia Hernández.