La parada del Valle, ayer a las 7.30. / DA
N. CHIJEB | Arona
“Ya no aguantamos más ni nos creemos nada”, afirma Mercedes, una de las usuarias diarias de las líneas 416 y 418 de TITSA que pasan por el Valle de San Lorenzo, procedentes de Granadilla y que llegan hasta Adeje o La Caleta. Esta persona es una de las cuatrocientas firmas que se presentaron en mayo de 2013 ante el Cabildo para solicitar mayor frecuencia o más guaguas en el municipio de Arona y, en concreto, en los núcleos de Valle San Lorenzo, Buzanada, Cabo Blanco y El Mojón.
Aquella solicitud, año y medio después, ha quedado en aguas de borrajas, porque todavía hoy son muchos los usuarios de TITSA que se quedan “literalmente tirados” en las principales paradas al estar las guaguas llenas, incluso ya sobrepasando el número de usuarios que pueden ir de pie.
Un hecho que se repite de lunes a viernes en las líneas 416 y 418, sobre todo en las dos frecuencias que pasan entre las siete y las ocho de la mañana, justo cuando más movimiento hay de personas que acuden a sus trabajos en los hoteles de Costa Adeje, jóvenes que van a los institutos e incluso personal laboral del CAE El Mojón o familiares de pacientes.
“Casi a diario tenemos que ponernos de acuerdo para coger taxis”, afirma Mercedes, indignada ante lo que ella considera “una dejación del Cabildo y del Ayuntamiento”, porque “todavía estoy esperando que nos contesten a nuestra peticiones”.
Una de las soluciones que dan los usuarios es que se pongan guaguas de mayor capacidad, una circunvalación como en Adeje o más frecuencia en las horas punta. Sin embargo, por ahora, según cuenta el alcalde Francisco Niño, “todo está a expensas de que lleguen en el primer trimestre 50 guaguas nuevas”, avanzó tras reunirse con el colectivo de choferes de TITSA, una reunión por la que llevan esperando los usuarios desde el verano.