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A tocar el cielo de lleno

   
Laura Palacios es madrileña, pero tinerfeña de adopción. / SERGIO MÉNDEZ

Laura Palacios es madrileña, pero tinerfeña de adopción. / SERGIO MÉNDEZ

JUANSE SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Madrileña de nacimiento, tinerfeña de adopción, Laura Palacios trabaja todos los días para seguir creciendo en un deporte mal llamado minoritario como el kárate, en el que ha tenido varias veces la oportunidad de tocar el cielo. Palacios, alumna aventajada de Javier Orán en el gimnasio Vistabella, pasa desapercibida en la actualidad deportiva de una Isla que no sabe que sus logros van más allá de nuestras fronteras.
“Esto es como todo, los deportes estrella son los que al final se venden y un deporte como el kárate al final parece que no vende tanto y vas a un Campeonato del Mundo y no se entera nadie”, confesaba Laura Palacios, ganadora de la Copa Intercontinental en La Coruña y plata recientemente en el Open de Alemania, un Campeonato de Europa oficioso donde se citan muchas de las mejores exponentes de un deporte que celebra estos días el Mundial en Bremen, entre los días 5 y 9 de noviembre.

Para esa cita Laura ha tenido un calendario más que exigente de preparación y entrenamiento, que incluyó una concentración nacional en Oviedo, otra en Gran Canaria de carácter internacional y la participación en varios compromisos también internacionales, como el que disputó hace pocas semanas en Salzburgo “donde no tuve demasiada suerte”.

Y es que en Tenerife, después de la retirada de Gloria Casanova, otra deportista infravalorada mediáticamente pese a sus logros sobre el tatami, el kárate parece haber desaparecido. “Gloria parece que se quedó en el olvido y ha sido la mejor competidora en kárate de todos los tiempos en España”, señalaba Laura, convertida ahora mismo en una de las referencias más importantes de su deporte a nivel nacional.
En la Isla ha encontrado tres apoyos fundamentales, el del Organismo Autónomo de Deportes del Ayuntamiento de La Laguna, el del centro deportivo Health&Sport y el del gimnasio Vistabella, donde entrena bajo la supervisión de Javier Orán, un técnico de garantías que sigue haciendo currículo trabajando con la cantera con la que ha sumado triunfos muy importantes, el último, el título nacional por clubes en categoría cadete y el Campeonato de Canarias en la misma categoría.

“Aquí puedo entrenar a un gran nivel, ya sea por la mañana o por la tarde y hago un entrenamiento más específico, por lo que mis resultados han ido mejorando”, desvelaba Laura, que reconocía que en Madrid “también tenía buenos resultados y me trataban muy bien, pero cuando estaba trabajando de tarde iba sola a entrenar por la mañana y Javi me ponía los entrenamientos desde la distancia, era un poco más complicado. Aquí he mejorado mucho más, tengo entrenamientos específicos por la mañana o por la tarde, tanto técnico como táctico o físico”. Todo dentro de una temporada de intensa actividad en la que no ha parado y donde, además de la cita mundialista, tendrá que afrontar el Campeonato de España y, si lograra la clasificación, los Juegos Europeos que se disputarán en Bakú (Azerbayán).

Laura se mantiene motivada para seguir compitiendo pese a las dificultades en materia económica que conlleva no ser deporte olímpico. Por eso sus ingresos por resultados y por ser deportista de alto nivel no alcanzan para cubrir los gastos mínimos de servicios como la psicología deportiva o las sesiones de fisioterapia. “La Federación Española sí paga los viajes a los Campeonatos de Europa o del Mundo, en eso sí nos ayuda, nos da dietas, pero para preparar esos campeonatos no tenemos ayudas”, confiesa con gesto de resignación Laura Palacios antes de agradecer el apoyo del OAD de La Laguna y de Aymara Calero, “que sí me ha ayudado para poder plantear todo esto”, mientras que Health&Sport colabora poniendo a su disposición el chaleco mágico de la electroestimulación muscular del que reconoce que “la verdad es que he notado mucho estas sesiones, funciona muy bien”.

Instalada en el peso más alto dentro de los cuadros femeninos, Laura Palacios ha tenido que cambiar toda la forma de entrenar y competir “para adaptarme a rivales muy corpulentas”. “Al principio tenía que beberme tres litros de agua para poder estar más igualada en el peso”, resumía una deportista que el próximo 5 de noviembre arrancará su participación mundialista con el objetivo de pasar de las caricias anteriores a tocar el cielo de lleno.