J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife
Catedrático de Oftalmología por la Universidad de Oviedo y presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), el doctor Luis Fernández-Vega Sanz es una de las personas que mayor conocimiento sobre el ojo tiene en nuestro país. No en vano, dirige uno de los centros punteros en patología ocular, donde se practican cerca de 10.000 intervenciones anuales. Desde el año 2011, además, el doctor Fernández-Vega y el equipo de profesionales de su instituto se han convertido en toda una referencia a nivel europeo por la utilización del láser de femtosegundo para aplicaciones en cirugía de catarata y en cirugía refractiva.
El nuevo equipo tecnológico, que supuso una inversión cercana al medio millón de euros, fue uno de los primeros dispositivos de este tipo en España y en Europa, y todavía hoy sigue siendo de los pocos que existen en todo el mundo. El femtosegundo, que es la unidad de tiempo que equivale a la milbillonésima parte de un segundo, no es sino el último avance en el empleo del láser en la cirugía ocular, con la novedad de aplicarlo a la cirugía de catarata.
En una conversación mantenida con DIARIO DE AVISOS, el doctor Fernández-Vega explicaba que un elevado porcentaje de personas por encima de los 65 años padece cataratas, y cada año se operan en España en turno a 400.000 pacientes que sufren esta enfermedad. El láser parece ser el mejor mecanismo para tratar la catarata, recalcó el facultativo, cuyo instituto -y la fundación que él mismo puso en marcha- cuenta con una plantilla de casi 200 trabajadores y desarrolla proyectos de investigación y labores humanitarias en países en vías de desarrollo.
Rápida recuperación
En estos también realiza operaciones de cataratas, una intervención que merced a la tecnología láser solo dura entre diez y doce minutos “y además ahora se utiliza una lente multifocal que posibilita que el paciente pueda ver después de la intervención de lejos y de cerca sin gafas”, subrayó el doctor.
Canarias es una de las comunidades autónomas más afectadas por las patologías de retinopatía diabética, quizás por factores hereditarios aunque se desconoce en qué grado. “Verdaderamente no sé por qué se produce esto, aunque sabemos que aquí hay más”, sostuvo Luis Fernández-Vega, que visitó la Isla con motivo del 89 Congreso Nacional de Oftalmología, que se celebró en el Magma de Costa Adeje.
Por el momento, son cuatro las fases de la operación que cabe realizar con el láser: las incisiones corneales, la apertura de la cápsula anterior del cristalino, la fragmentación del núcleo del cristalino y el centrado de la lente intraocular. “Estamos hablando de una tecnología muy útil para determinados pacientes, pero no necesaria para todos”, precisó el director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, que a través de la Comisión Nacional de Oftalmología ejerce como asesor de distintas administraciones sanitarias.
Fernández-Vega precisó que, por el momento, el láser no resuelve la totalidad de la operación, sino algunas “etapas críticas” de la misma. El centro sanitario baraja que la experiencia que vayan adquiriendo sus profesionales, con las aportaciones que pueda hacer el departamento de investigación, permita al Instituto Fernández-Vega “ayudar a la casa que lo fabrica a implementar este láser para darle más aplicaciones”, indicó su responsable a este periódico.
Después de tratar más de 3.000 casos con el láser de femtosegundo LenSx, el centro ovetense sigue avanzando e incorporando novedades hasta llegar a una versión 2.22 que, entre otras facilidades, consigue mejores imágenes de las estructuras internas del ojo a través de un aparato denominado OCT. Ello ha permitido extraer el cristalino enfermo de un paciente mediante láser, algo que nunca antes se había hecho.
Mayor precisión
La incorporación del láser de femtosegundo incrementa la precisión, entre otras razones porque contribuye a que quede “perfectamente colocada” la lente intraocular que sustituye al cristalino. Entre tanto, el plus de predictibilidad se traduce en que el paciente, después de operarse, ya no necesita gafas.
Junto a las cataratas, también es muy frecuente la degeneración macular a partir de los 65 años y esto hace que se pierda visión central. Antes no había ningún tipo de tratamiento y actualmente se pueden utilizar unas inyecciones en el ojo que “en algunos casos puede detener el proceso”, señaló el prestigioso especialista, quien recordó que la presbicia o vista cansada es otro “defecto” del ojo que surge a partir de los 45 años e igualmente se puede intervenir. El doctor desmintió que ver la televisión y estar mucho tiempo en el ordenador aumente la posibilidad de tener falta de vista. Sin embargo, se puede desarrollar el llamado “ojo seco”, que se produce ante la falta de parpadeo, el sistema natural que tenemos para humedecer el ojo. Esto se corrige en principio con la aplicación de lágrimas artificiales.
Como director del Instituto Oftalmológico Fenández-Vega, el doctor y varios de los facultativos -entre ellos dos de sus hijos- que trabajan con él, también realizan una importante labor de investigación en el glaucoma, en la investigación macular y en el antes citado “ojo seco”, algo muy importante dentro de su actividad clínica.