En el Círculo de Amistad XII de Enero se puede visitar hasta el día 31 la exposición de acuarelas del pintor Lambert van Bommel, clara muestra del hiperrealismo que lleva a sus soportes este pintor holandés, afincado en Tenerife desde hace muchos años, en la población norteña de Los Silos.
Lambert, que nace en Monster, comienza sus estudios en 1960 en la ciudad de Delft, la tierra de la porcelana, donde se inicia en este bello arte, pero más tarde se trasladaría a La Haya, donde en la Real Academia finaliza sus estudios y se graduaría en Bellas Artes.
Parte del año dirige cursillos de pintura en Alemania e Italia, pero siempre su vuelta es a Tenerife, isla que le ha robado el corazón y donde con su familia destaca especialmente su dedicación a la acuarela. Pero Lambert, con sus alumnos que vienen desde Alemania, recorre las Islas y resultado de ello son los trabajos que vemos dedicados a Las Sabinas de El Hierro o al Bosque del Cedro de La Gomera.
Sus acuarelas, casi siempre de gran formato, como a él le gustan, muchas de ellas llenas de simbolismos, de situaciones con las que quiere expresar su hondo sentimiento de amor como un canario más de aquello que desearía que ocupara un lugar más óptimo para que se pueda disfrutar de sus bellezas. Entre los simbolismos querría destacar una de sus exposiciones que dedicó a los personajes de Los Silos, a la señora que de mañana barre la puerta de su casa, al cartero que reparte la correspondencia, a los más ancianos del pueblo que pueblan el bar de la plaza… En esta exposición vemos su bello y claro hiperrealismo en los valles nevados, en las lanchas ancladas en los puertos pesqueros como el de San Andrés, en sus tranquilas marinas, en las grúas junto al mar, en el paisaje veneciano, en los árboles primaverales de flores rojas, en los cactus de nuestra Isla, en la marina donde se refleja Almáciga como un castillo que defiende su entorno. Sus temas son intensamente sentidos. La luz ocupa un lugar muy importante en sus temas preferidos, haciendo testimonio de la realidad, pero también interpretando la misma de acuerdo con el goce de describir la belleza, la belleza en el entorno que podemos conocer. Posee serenidad en el color como vehículo de la emoción. Siente individualmente cada cuadro, pero parte de una reposada visión general que le permite construir su propia pesonalidad y realidad artística. Lambert, con sus acuarelas y enseñanzas, es suficiente para dar contenido a una vida que sabe de la alegría de las emociones sencillas, esas emociones son las que sentimos al contemplar cada uno de sus cuadros.
Lambert está en posesión del Premio Nacional de Pintura Jacob Maris. Ha realizado exposiciones en Munich, Bonn, Augsburgo, La Haya, Leiden, Bruselas, Los Silos y Santa Cruz de Tenerife, entre otras ciudades. En el año 2000 fija su residencia en nuestra Isla.