VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
El ex secretario general del PSOE, ex presidente del Parlamento Europeo y ex ministro de Obras Públicas y Medio Ambiente, Josep Borrell, pasó ayer de puntillas sobre las prospecciones de Repsol. “Me declaro incompetente”, llegó a bromear el ingeniero aeronáutico y ahora consejero de la multinacional Abengoa, especializada en los sectores de la energía y el medioambiente, al ser preguntado al respecto durante una conferencia en Tenerife, y en la que, no obstante, defendió las renovables para evitar el cambio climático. El acto tuvo lugar en el Parlamento de regional organizado por la Universidad Europea de Canarias.
Si bien admitió que comprende “la inquietud” que desierta en el sector turístico la actividad petrolera y que si fuera hotelero “no desearía” pozos petrolíferos cerca de su hotel, dijo que Repsol “es gente seria y sabe lo que hace” y que “hay muchas perforaciones marinas en el mundo y casi todas funcionan”. “El riesgo existe, pero está controlado”, apuntó Borrell, quien, luego, ante los periodistas, observó que la mayoría de los canarios no son capaces de valorar si estos sondeos tienen riesgo o no, al ser una cuestión técnica, pero reconoció que se trata de “problemas de decisión colectiva, en los que la opinión pública tiene que estar bien formada”. Un aspecto que comparó con el debate soberanista en Cataluña, pues consideró que “la opinión pública catalana tampoco está formada “ni es conocedora de lo que supone lo que le plantean en cuanto a independencia sí o no”.
Tras su conferencia, en una rueda de prensa, cuestionado por este diario sobre si comparte el rechazo del PSOE a las prospecciones de Repsol, optó por la diplomacia: “Nadie puede decir que no exista un riesgo, pero hay que calcularlo y yo no soy capaz de ello; los compañeros del PSOE canario habrán tomado esta decisión tras un análisis de la cuestión”. En cuanto al diferente discurso del PP de Canarias, defensor de la extracción de petróleo junto a las Islas, y el PP balear, contrario a esta actividad en el Mediterráneo, respondió que “los partidos útiles a la sociedad son los que dicen lo mismo en todas partes y afrontan la impopularidad de decir algo en un sitio porque tienen claro cuál es el bien común de la nación”.
En todo caso, y dado el debate social que existe sobre las prospecciones en Canarias, abogó por que “los gobiernos encuentren puntos de equilibrio entre los beneficios que esperan unos y los riesgos que asumen otros”.
Elogios a la refinería de Cepsa
Durante su charla, el ex líder estatal del PSOE tuvo palabras de elogio para Cepsa, donde trabajó durante siete años, coincidiendo incluso con los inicios de su carrera en política, y recordó que se alojó en el hotel Mencey cuando realizó un trabajo para la refinería de Santa Cruz, industria, dijo, que espera “siga siendo emblemática” para Canarias.
Ayer, acompañado del presidente del Parlamento autonómico, Antonio Castro y de la rectora de la Universidad Europea de Canarias, Isabel Fernández, el ex eurodiputado propugnó afrontar sin demora “el enorme desafío” de sustituir los combustibles fósiles por las energías renovables pues dentro de 30 años, como máximo, se habrá alcanzado el tope de CO2 en la atmósfera que fijan los científicos, y evitar así el aumento en dos grados de la temperatura.
Sol, viento y geotermia en Canarias
Para ello, dijo que Canarias “es un campo de desarrollo ejemplar e ideal, pues tiene sol, viento y geotermia”, recursos para un cambio de modelo energético. “No soy un experto en Canarias, pero aquí hay grandes oportunidades de producir energía sin carbono, y El Hierro es un ejemplo mundial, por lo que estas islas pueden ser un perfecto laboratorio para este cambio”, señaló preguntado por este diario sobre los estudios de expertos que indican que en islas sería viable técnica y económicamente generar en un plazo de cinco años casi el 60% de la electricidad con renovables, lo cual contrasta con su afirmación, durante la conferencia, de que “la transición al nuevo modelo energético será más larga y más difícil de lo que se dice”.
Ante un público formado por diputados, empresarios, y estudiantes, que abarrotaban el salón de actos parlamentario, el exeurodiputado sorprendió al afirmar que “hay reservas de sobra de petróleo y carbón” en el mundo pero advirtió de que el problema es el cambio climático por las emisiones de dióxido de carbono, y aún a día de hoy sólo el 21% de la energía eléctrica mundial se obtiene con fuentes renovables y no contaminantes. “El temor es que el ritmo de transición hacia un modelo sin carbono puede ser demasiado lento para evitar un aumento de dos grados en la temperatura del planeta”, apostilló Borrell.
De ahí que recomendará iniciar “una gran transformación del sistema de producción y del consumo” de energía, con la siguiente receta: consumir menos electricidad, lograr mayor eficacia energética, aumentar la penetración de las renovables y manejar los costes de esa transición.
Voluntad política
Una transformación cuyo ritmo de consecución pasa por la capacidad de aplicar políticas a medio y largo plazo, “porque mientras los políticos piensen en términos de las siguientes elecciones, no tomarán medidas en las que el coste se pague ahora y tenga beneficios a largo plazo, y en los planes para luchar contra el cambio climático hay que pensar en futuro, pues ante cualquier acción que se implemente lleva años valorar sus resultados”.
En este sentido, propuso bajar las cotizaciones sociales un 5% y crear un impuesto a las actividades que generen CO2, para financiar con la recaudación del nuevo tributo la innovación tecnológica necesaria para este cambio así como para un plan de empleo juvenil. En paralelo, planteó gravar la importación de productos de países donde los trabajadores tienen pocos derechos laborales y salariales ni se controla la contaminación, para que lo recaudado se invierta en cooperación al desarrollo de la UE con esos mismos países, a cambio de que avancen en derechos y mayor respeto al medio ambiente.