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Cinco señales de que hay que dejar una dieta

   
Eternamente a dieta

Tener pocas energías, soñar con comida o no bajar de peso son sólo algunos de los síntomas que indican que la dieta que estamos siguiendo no es la adecuada. | DA

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

Tener pocas energías, soñar con comida o no bajar de peso son sólo algunos de los síntomas que indican que la dieta que estamos siguiendo no es la adecuada, que es hora de hacer un cambio y que debemos ponernos en manos de un profesional que nos asesore para que la nueva dieta sea la que nos lleve a una nueva forma de comer y cuidarse para siempre.

Cristina Abad, farmacéutica especialista en nutrición y autora del blog ‘Comiendo Salud’, indica que uno de los propósitos cada vez que empieza el año es comer mejor para mejorar nuestra salud, pero, en su opinión, “de nada sirve comprometernos a seguir una dieta que no nos está dando buenos resultados”.

Según esta experta, notar que nuestra energía está bajo mínimos es una primera señal importante de que hay que cambiar de dieta y por ello una pregunta habitual de seguimiento en sus consultas es ‘¿Cómo te encuentras de energía?’.

“Por suerte la respuesta casi siempre es positiva, pero, si no es así, se impone una revisión de todo el plan que estamos siguiendo porque ninguna dieta debe hacernos sentir agotados; muy al contrario, un cambio de hábitos hacia una mejor alimentación debe llenarnos de energía y salud”, explica.

Otro síntoma de que la dieta puede no ser la adecuada es que cause ansiedad y/o depresión. Cristina Abad afirma que un plan de alimentación adecuado “debe hacer que sientas que el poder está en tus manos y que tienes todo bajo control; no debes estar continuamente angustiado por lo que vas o no a comer y por si se te presentarán o no imprevistos (tentaciones) que echen por tierra tu esfuerzo”.

De igual forma, advierte que este estrés autoimpuesto, unido a que la dieta pueda ser deficitaria en ciertos nutrientes, puede llevar a estados de ansiedad y depresión.

Desde su experiencia, cuando se plantea cambiar una serie de hábitos hay que tener muy claro por qué se hace, cuáles son los fines que se persiguen y, sobre todo, que se quiere hacer por propia voluntad. “Sólo así sentirás que controlas la situación y no te parecerá que estás continuamente renunciando, sino eligiendo lo que sabes que es mejor para ti sin que nadie te lo imponga. Si aún así desde que la sigues te encuentras más desanimado, falta equilibrio en esa dieta”, asevera.

Soñar con comida
Soñar con comida es otro de los síntomas que indican que es hora de hacer cambios. La especialista admite que una dieta puede hacer sentir un poco de hambre, sobre todo al principio si se estaba acostumbrado a ingerir cantidades mucho mayores de alimentos.

De todas formas, sostiene que una dieta con cinco comidas al día, con cantidades adecuadas y equilibrando bien los nutrientes, no debe causar hambre. “Otra cosa es lo que en Canarias llamamos ‘desconsuelo’, que es lo que ocurre cuando a la hora de merendar te comerías una pachanga en lugar de una manzana… pero a esto no se le puede llamar hambre”, apunta.

A su juicio, “una dieta que nos haga sentir muertos de hambre todo el día y que nuestros sueños se vean poblados por bocadillos, dulces e incluso platos de lentejas, significa que no estamos siguiendo una dieta adecuada”.

Otro síntoma inequívoco de que hay que modificar nuestra dieta es desear que ésta termine. Por ello, esta especialista en nutrición aconseja no plantearse que se está a régimen, sino que ahora ésta va a ser nuestra forma de alimentarnos para siempre.

De hecho, hace hincapié en que puede que vayan sucediéndose modificaciones a lo largo del tiempo, sobre todo en el proceso de llegar al peso adecuado, pero una vez alcanzado “hay que tener claro que nuestros hábitos no pueden volver a ser los de antes, porque irremediablemente regresaremos al punto de partida (y seguramente con unos pocos kilos más)”, advierte.

Carencia, incomodidad y escasez
Si un plan de alimentación nos hace sentir en un estado de carencia, incomodidad y escasez, Cristina Abad reconoce que nunca se podrá mantener a largo plazo, pues “nuestra capacidad de sacrificio es finita y ya tenemos bastantes problemas en la vida como para estar también sufriendo por la comida”.

En su opinión, “el quid de la cuestión está en saber por qué haces lo que haces y en asumir que los cambios de hábitos deben consolidarse y no ser caminos de ida y vuelta. Si la dieta la planteas como una época de sacrificio cuyo fin estás deseando que llegue, mejor abandónala ya, porque de esta forma no conseguirás tus objetivos”.

Quizás la señal más importante de que la dieta que estamos siguiendo no es la adecuada es que no estamos perdiendo peso. En este caso, la nutricionista aconseja revisar la dieta, siendo una buena forma la de llevar durante unos días un diario de comidas en el que se apunte absolutamente todas las ingestas y a la hora en que se hacen.

Si una persona nota todas estas señales desde que sigue una dieta, Cristina Abad es partidaria de tomarse un descanso, disfrutar de las navidades a ser posible siguiendo sus consejos y plantearse para el nuevo año ponerse en manos de un profesional, al menos al principio, para que la nueva dieta sea la definitiva.