La consejera de Sanidad destaca que los farmacéuticos han contribuido a una mejor atención sanitaria “por el uso racional de los medicamentos”

DIARIODEAVISOS.COM | Santa Cruz de Tenerife

La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza Betancor, agradeció ayer, viernes, la colaboración de los farmacéuticos canarios con su departamento y reconoció que gracias a esta relación se ha contribuido “por el uso racional de los medicamentos” a una mejor atención sanitaria con el paciente.

Brígida Mendoza hizo estas declaraciones durante su intervención en los actos socioculturales celebrados en honor del Día de la Patrona de los Farmacéuticos, la Inmaculada Concepción, un acto que tuvo lugar en el Real Casino de Tenerife y en el que estuvo acompañada por el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwartz Calero, así como su secretaria y tesorero, Alicia Wildpret y Francisco Miranda Saavedra, respectivamente.

Gracias al apoyo de los farmacéuticos –apuntó la consejera– se han incrementado positivamente también los resultados en las campañas de salud que se han realizado en las islas en los últimos años y se han trabajado en nuevos conciertos.

Todo ello, destacó, en un momento en que la profesión farmacéutica se encuentra en un contexto con muchas dificultades, aunque no ha sido obstáculo para conseguir “implantar la receta electrónica para desplazados y avanzar en la receta electrónica de atención especializada.”

Uno de los momentos más emotivos de la celebración de los actos socioculturales conmemorativos del Día de la Patrona fue cuando se produjo la entrega de las insignias de oro a los farmacéuticos con más de cincuenta años de profesión, distinción que este año ha recaído en Luz Marina Melchor Pérez, María Elena Pardillo Delgado, Elviro Blas Hernández Reboso y Ricardo Jurado Pérez.

También a los siete farmacéuticos jubilados: Vicente Capote Cabrera, María del Rosario González Pérez, Felipe González Peña, Leoncio Martín-Neda de Buergo, María Teresa Molina Prieto, José Eugenio Piñero Correa y Wolfredo Wildpret de la Torre.

Se reconoció además la labor desarrollada por los ocho profesionales que este año celebran sus cuarenta años de colegiación y se entregó las insignias de plata a los profesionales que cumplen veinticinco años, así como a los colegiados que han obtenido el grado de doctor en 2014.

El programa concluyó con una conferencia que impartió el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna y académico de la Real Academia de Medina de Tenerife, Antonio Sierra López, con el título de La enfermedad del virus del ébola. Situación actual, en la que ofreció un recorrido por el origen y los síntomas de una enfermedad de la que España ha quedado oficialmente libre el pasado 2 de diciembre, según los criterios de Organización Mundial de la Salud (OMS).

Antonio Sierra explicó durante su intervención que el ébola no es un virus nuevo ya que se descubrió en 1979 en Sudán y El Zaire, y que su origen se detecta en algunos simios y murciélagos. El contagio de la enfermedad con el hombre se debe, señaló Sierra, al infestarse con la sangre y secreciones de estos animales.

“Yo estaba en el Consejo de Europa cuando apareció el ébola y se creó entonces un grupo de expertos en fiebres hemorrágicas, con el objetivo de definir cuáles eran los riesgos.”

Tras constatar que en África Occidental, zona en la que se sitúan países como Guinea, Liberia y Sierra Leona, fallecieron por esta enfermedad más de 700 personas, Antonio Sierra explicó que se trata de un virus que cuando infecta a las personas se disuelve en el organismo y genera cuadros febriles intensos, dolores y hemorragias, cuyo avance produce finalmente un fallo multiorgánico que conlleva a altas defunciones.

El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna dijo que los casos detectados en los Estados Unidos de Norteamérica y Europa afectaron a personas originarias de esos países africanos o al personal sanitario, y recordó que “el virus se detecta con un análisis específico, pero solo lo realizan los laboratorios de seguridad máxima.”

Por el momento, indicó Antonio Sierra, no hay vacuna ni un tratamiento con garantías, pero sí un suero experimental, por lo que concluyó “es un problema que se puede controlar, pero no eliminar porque está ahí desde los años 70”.