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“En 10 años, los robots estarán con nosotros”

   

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Se llama Daniel Reyes Durán. Es canario y a sus 26 años es uno de los ingenieros que lideran el proyecto ATLAS, el robot humanoide más avanzado del mundo, diseñado por Boston Dynamics para el Pentágono (EE.UU.). Este joven, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, lleva años desarrollando su carrera en el campo de la robótica para una de las instituciones de investigación en materia tecnológica más importantes del mundo, el Institute of Human-Machine Cognition de Florida, EE.UU. (IHMC por sus siglas en inglés).

Junto a su equipo, el primero que consigue que un robot logre moverse imitando la motricidad humana, ha desarrollado la mente y todas sus habilidades motrices: visión y sentido del espacio, que le permiten por primera vez, caminar, realizar movimientos humanos y comportarse como un humano más. Sus habilidades son infinitas, desde abrir puertas y socorrer a heridos en el campo de batalla hasta conducir coches. Algo que hasta hace unos años parecía impensable.

Todos recordamos la película Yo, Robot, de Alex Proyas, protagonizada por Will Smith, en la que se reflejaba una sociedad en completa armonía con robots inteligentes que cocinan, conducen y hacen las tareas domésticas. La película está ambientada en el año 2035, pero según Daniel Reyes, no habrá que esperar tanto para ver a los robots entre nosotros. “Tu coche lo fabricó un robot”, declaró. “Ya hay máquinas reparando naves espaciales. En no más de 10 años, los robots estarán entre nosotros”.

Para Reyes, la robótica, se quiera aceptar o no, es el futuro y advierte que los gobiernos deben mirar hacia este campo si quieren ser pioneros. De hecho, afirma que ya algunos lo están haciendo. “Estamos en una fase evolutiva, pasando del robot máquina al humanoide. Hacer que un robot camine sobre ruedas, como se hacía hasta ahora, es relativamente fácil. Hacer que vuele, también lo es, pero conseguir que un robot de unos 200 o 300 kilos, con 28 motores se mueva igual que un humano y se mantenga estable, abra puertas o simplemente suba y baje escaleras, es lo complicado”. Todo este sistema, según explica este joven canario, está en marcha. Se está desarrollando desde el IHMC, solo falta que algunas corporaciones den el paso para que estos robots tengan una salida al mercado.

En cuanto a las tareas domésticas, Reyes explicó que será el último paso, por motivos de seguridad. Al final, los robots se utilizaran para hacer el trabajo sucio: búsquedas y rescates, acceso a zonas industriales altamente contaminadas, reparaciones espaciales… “No creemos en la robótica completamente autónoma, precisamente por los problemas que conlleva y porque los organismos de autonomía no están a la altura. Mantenemos la filosofía”, continúa Reyes, “del diseño coactivo, es decir, yo como ser humano decido ayudar al robot porque creo que mi ayuda lo puede favorecer, pero no son independientes uno del otro”. “Desde el Instituto intentamos que la robótica avance, pero no queremos hacerla autónoma, porque es peligroso”.

Daniel Reyes trabaja en el robot humanoide más avanzado del mundo. | DA Daniel Reyes trabaja en el robot humanoide más avanzado del mundo. | DA Daniel Reyes trabaja en el robot humanoide más avanzado del mundo. | DA
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Daniel Reyes trabaja en el robot humanoide más avanzado del mundo. | DA

Sin recursos
Todos estos avances suponen un antes y un después en el campo de la robótica. En España no hay recursos para esto. Ni por asomo se acercan a la mínima parte de lo que invierte Estados Unidos o Japón en robótica. Ésta es una de las razones por las que Daniel decidió marcharse al extranjero, al igual que muchos otros jóvenes con extraordinario talento. Lamenta profundamente que en España no encontrara el apoyo que, sin contemplaciones, recibió en Estados Unidos. “Es una pena ver cómo en otros países te tratan bien. Ven lo que realmente eres capaz de hacer y te ayudan. Te dan los recursos para que lleves tu proyecto adelante sin ponerte ningún pero”. “Siempre recordaré”, menciona Reyes, “cuando me senté delante del decano de la Universidad americana que confió en mi proyecto de robótica y me dijo: Mira, Daniel, nosotros te vamos a becar porque tu lo vales, tienes un magnífico rendimiento académico y porque sé que algún día te vas a convertir en alguien importante y, en ese momento, te acordarás de nosotros y todo lo que has hecho nos repercutirá”. Así fue como realmente este joven canario desarrolló su sueño, después de esperar años a que España se decidiera a darle una beca.

Nadie se ha dirigido a Daniel Reyes para interesarse por su proyecto. Ni siquiera aprovechar que es canario para llegar a un acuerdo con el Instituto para el que trabaja, para crear un departamento fuerte de robótica en las Islas e introducir así a los jóvenes en este campo que, sin duda, será el futuro.

Pero, ¿qué es exactamente lo que hace Daniel en el IHMC? Según explica, “resolvemos problemas complicados”. Desde la DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), algo así como una agencia de proyectos de investigación avanzados de defensa, “se nos pregunta si somos capaces de desarrollar un producto determinado y se nos da la financiación”. Cuando la idea llega a un cierto nivel de madurez y de desarrollo, la agencia cierra el proyecto. En algunos casos, explica Reyes, “la agencia da las tecnologías necesarias para desarrollar este proyecto a una subcontrata; en otros, guarda el proyecto en un cajón porque la tecnología que necesita es tan desarrollada que aún no ha visto la luz; y en otros casos, se lo queda, a la espera de serle útil”. De hecho, explica Reyes, algunas de estas ideas son alto secreto.

En estos momentos, el Instituto para el que trabaja Daniel Reyes está participando junto con otros centros, agencias de defensa y universidades especializadas en un concurso de robótica humanoide a nivel internacional. Se trata, explicó, de escenificar el desastre nuclear de Fukushima, donde el ser humano no puede acudir, pero resulta que hay que ir para ejecutar tareas de rescate, de limpieza de escombros y de reconstrucción. La primera fase fue toda virtual y en ésta el Instituto de Daniel quedó en primer lugar. “En la segunda, ya hay un robot físico y en este caso fuimos los segundos, por detrás de una agencia japonesa. Y la tercera, que se celebra el próximo año en California, ya es la escena real”. El premio de este concurso son 2 millones de dólares, una cantidad que “puede resultar llamativa, pero que con el presupuesto que maneja un Instituto como el nuestro, no es importante, o al menos, no resalta tanto”.

El departamento que dirige Daniel Reyes en el Institute of Human-Machine Cognition de Florida está formado por unas 20 personas muy especializadas en robótica y de varios países: Holanda, Alemania, Italia… “Si España quisiera”, insiste Reyes, “podría ser líder, porque podría llegar a alianzas con el Instituto, como han hechos varias universidades holandesas, y enviar a los jóvenes que resalten en este campo para realizar las prácticas y la formación en el IHMC”. “Lamento ser tan crítico”, señaló Daniel, “pero es que no están ayudando nada a los jóvenes con talento que se ven obligados a irse fuera porque en su país no les proporcionan los recursos para quedarse”. En este sentido, afirma que Canarias debería comenzar “a ponerse las pilas” y moverse para liderar “algún proyecto, el que sea, pero dejar de concentrar todo en el turismo”. “¿Qué exporta Canarias”, se preguntó, “nada; todo lo importa, y esto significa que dependemos del exterior, y lo que tenemos que hacer es no depender de nadie”.

“Estoy agradecido al Gobierno de EE.UU.”
La historia de Daniel, sin duda, puede inspirar a muchos jóvenes canarios. Desde pequeño ya fabricaba juguetes y montaba y desmontaba máquinas. Se fue a Estados Unidos porque España no le dio la oportunidad que esperaba. Intentó pedir becas, pero sin éxito. Decidió marcharse fuera y consiguió que lo becaran y financiaran todos sus estudios, logrando liderar uno de los proyectos tecnológicos más importantes de la historia. Por este motivo, Reyes asegura que está “muy agradecido” por el apoyo del Gobierno americano. Lamenta que este apoyo no viniera de su país, pero aún así aconseja a todos los jóvenes que tienen talento a que se aventuren y que no los aparquen. Hace unas semanas asistió en Madrid a uno de los eventos internacionales más importantes a nivel mundial sobre robótica avanzada, al que asistieron los mayores científicos en robótica del planeta. Entre ellos estaba Daniel. Es consciente de que España y, sobre todo, Canarias no le puede ofrecer lo que tiene en Estados Unidos, no solo económica sino profesionalmente, pero lamenta que su país “no apueste por el talento”.