Series.ly retira todos los enlaces ilegales de su comunidad de 5.000.000 de usuarios registrados, tras las detenciones de los administradores de SeriesPepito.com y PeliculasPepito.com, no sin antes publicar un informe sobre el consumo audiovisual en Internet y así avergonzar, aún más, a los ideólogos de la absurda reforma de la nueva Ley de Propiedad Intelectual que entrará en vigor el próximo 1 de enero. De esta forma, esquiva a este refuerzo de la ridiculizada Ley Sinde, que ha dotado de vías administrativas a los supuestos casos de violación de derechos de autor.
Pero lo más bochornoso de este dislate es que abre la puerta a identificar a los internautas por la vía civil, cuando, supuestamente, el legislador se había comprometido a no perseguirlos. Es más, por poner un ejemplo, si alguien quiere denunciar un delito de piratería, solo tiene que presentar como prueba un e-mail enviado al presunto infractor (Art. 158). Pero aún hay más: todos los propietarios de un medio digital deberán vigilar los comentarios, ya que si alguno alberga un enlace ilegal… multa. Y hablando de sanciones, el incumplimiento reiterado, es decir, que dos o más veces no se retire un hipervínculo, podría tener una sanción de 600.000 euros. Vamos, una tipificación sin sentido, coronada, entre otros, por la acotación del concepto de copia privada (Art. 31.2): solo se admite aquella realizada desde un soporte físico para uso privado.
Pero retomando el informe de Series.ly, lo más significativo es cómo el portal se ha convertido en el “principal proveedor de visitas de plataformas Video on Demand como Wuaki, Filmin, Nubeox, Atresplayer, etc.”, en algunos casos representando el 50% del tráfico total, un dato que simboliza la marcada dependencia de este tipo de medios de los agregadores. De igual modo, el 42% de los participantes del estudio cree que la forma más justa es la reproducción gratuita soportando anuncios publicitarios, y el 32% pagaría menos de 10 euros al mes si la oferta fuese lo suficientemente amplia.
No cabe duda de que “la Ley está redactada desde el desconocimiento de Internet”, un medio de comunicación que ha reconfigurado “la relación con el consumidor”, y que pretenden criminalizar en un intento desesperado de salvar a la obsoleta industria.