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Fabrican los 350 primeros bloques de los 6.500 del dique de San Andrés

   
José Manuel Bermúdez y Fernando Ballesteros acompañaron a los vecinos en su visita. / DA

José Manuel Bermúdez y Fernando Ballesteros acompañaron a los vecinos en su visita. / DA

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

Las entrañas de la Dársena Pesquera del puerto de Santa Cruz es el escenario de los primeros pasos del que será el futuro dique semisumergido de San Andrés. Este es el lugar en el que Sacyr, la empresa adjudicataria de la obra, se encarga de fabricar los 6.500 bloques de hormigón que conformarán la estructura que protegerá a los vecinos de este pueblo pesquero de los embates del mar. Hasta el momento son 350 los prismas que se han fabricado, a 60 bloques por día, para, en febrero, comenzar a transportarlos hasta San Andrés, mes en el que se estima comience la obra en el mar. En la tarde de ayer, el alcalde, José Manuel Bermúdez, acompañó a los representantes vecinales de este núcleo poblacional hasta la dársena para que comprobaran in situ el avance de una obra que muchos creían no iban a ver nunca en marcha. “Aunque la parte que se hace en el mar es la más espectacular, la fabricación de los prismas es la más importante, y por eso hemos querido que los vecinos comprueben el avance de una obra que ya está adjudicada y en marcha”, explicaba el alcalde.

Dos técnicos de Sacyr, Silvia Pozas y Alberto Arranz, se encargaron de explicar a los vecinos todo el proceso que conlleva la fabricación de estos bloques de hormigón, que pesan siete toneladas y que están siendo colocados en los terrenos que el puerto ganó al mar en la Dársena Pesquera y que albergará el monto total de los prismas fabricados. Los técnicos señalaron que con el hormigón en masa, denominación del material del que están hechos los prismas, lo que se buscaba era “la rapidez en la ejecución, ya que al ser más ligero se acelera el proceso de producción y eso es lo que ha primado”. La obra tiene un plazo de ejecución de diez meses.

Cuando llegue febrero, mes que por cuestiones relacionadas con las mareas resulta más apropiado para iniciar la obra, se comenzará a trasladar el “parque de bloques” para llevarlos hasta el dique. “Se llevarán en góndolas que albergarán cuatro bloques por camión y se irán suministrando al ritmo que necesite la construcción”. Estos días, reconocieron los técnicos, las fuertes lluvias caídas han obligado a frenar la producción, porque los terrenos en los que se han de colocar los bloques se han reblandecido y hay que esperar a que se sequen un poco. Recordó el alcalde que, cuando la obra comience en el mar, estos bloques “no entrarán en San Andrés, sino que se desviarán a la altura de la rotonda de forma que se cree una especie de dique por la que accederán los camiones”.

Control de calidad

Como no podía se de otra forma, la construcción de estos 6.500 prismas está sometida a estrictos controles de calidad para que cumplan con la finalidad para la que han sido creados. Según explicaron ambos técnicos, los bloques se pesan para garantizar que tienen el montante mínimo exigido, es decir, los 7.000 kilos. A esto se suma el control del hormigón, “se hacen probetas para controlar la resistencia del material, por eso todos los bloques van numerados”.

Esa numeración sirve, explicaron, para controlar la fecha de fabricación, así como saber el lote de hormigón con el que se ha fabricado y el tiempo que lleva de curación, es decir, cuánto ha tardado en fraguarse.

Como señalan los expertos de Sacyr, “aunque este detalle del seriado ahora no es importante, sí que lo es a medida que se aproxime el ritmo de fabricación a las necesidades de construcción del dique, porque nos ayuda a saber que el bloque fabricado tiene el tiempo mínimo de curación para poder trasladarlo, que normalmente es de unos 28 días”.

“Podemos dormir tranquilos”

La Asociación de Vecinos El Pescador y el colectivo de mujeres Ágora, ambos de San Andrés, acudieron a la invitación del alcalde para comprobar los avances de la obra. Al término de la visita al “parque de bloques” expresaron su contento porque el dique de San Andrés comienza a ser una realidad. “Después de tanto tiempo, casi nos parece mentira pero, a pesar de todo, ya es una realidad”, señalaba la representante de Ágora, Silvia Díaz. Los vecinos entendieron que se esté adelantando la fabricación de bloques para que en febrero “no se queden sin material”.

Díaz reconoció que la gente en el pueblo es algo escéptica ante la posibilidad de que el dique sea una realidad, “los vecinos están un poco incrédulos, porque al no ver movimiento piensan que ya nos engañaron otra vez”. Sin embargo, aseguró la representante vecinal, “yo por lo menos duermo tranquila esta noche porque después de la lucha y la trayectoria de este proyecto para San Andrés, por fin se está concretando y con lo de hoy me quedo tranquila”.