El Gordo viene en avión y aterriza en Los Realejos

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Fran González Méndez descorchó varias botellas de sidra para brindar junto a su familia y allegados en el Bar Central. | SERGIO MÉNDEZ

GABRIELA GULESSERIAN | Los Realejos / La Orotava

Si la casualidad y la suerte existen no cabe duda que ayer aterrizaron en Los Realejos, el único municipio de la Isla beneficiado con el primer premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, que cayó en el 13.437.

El número fue anunciado apenas pasadas las 12.00 horas y minutos después se lo dijeron a Fran González Méndez, quien lo compró al azar en Madrid, antes de viajar a Tenerife para pasar las fiestas con su familia y por pedido de una de sus tías. Una Navidad que él y los suyos no olvidarán jamás.

El joven, natural del municipio norteño, trabaja y vive en la capital de España. Estaba caminando por la zona comercial del Realejo Alto buscando un regalo para su sobrina, de seis meses, mientras sus padres y tías tomaban café en el lugar que lo hacen siempre, el Bar Central, ubicado en la Avenida de Los Remedios, cuando una de sus tías le gritó que el número que había comprado había sido agraciado con el Gordo. “¿Estás segura?, ¿estás segura?”, dijo que le preguntaba sin parar.

Fran trajo tres décimos para repartir entre sus padres, abuelos, sus dos hermanos y tíos y primos. Cada uno está dotado con 400.000 euros, en total, 1.200.000 para toda la familia que ayer se concentró en el establecimiento hostelero para celebrar.

Muchos de sus integrantes todavía no lo podían creer. Vecinos que pasaban y los felicitaban, pitas de coches, botellas de sidra que apenas se descorchaban se bebían rápidamente, abrazos que se repartían sin cesar y sobre todo, muchísima alegría.

“Todavía no lo puedo creer”, confesó el joven emocionado a este periódico. “Es la primera vez que me saco algo, porque nunca gané ni 50 euros”, indicó.

El premio les viene “más que bien”, sobre todo porque su padre, por ejemplo, lleva siete años en paro, comentó Carmen Méndez, su madre. Pero todavía ninguno de ellos sabe a qué va a destinar ese dinero. “Es demasiado pronto. Ahora disfrutamos el solo hecho de haber sido agraciados” en el sorteo más esperado del año, sostuvieron.

El Realejo Alto era ayer una fiesta. No se hablaba de otra cosa sobre todo porque los ganadores no ocultaban su emoción y por lo tanto, no pudieron pasar desapercibidos en la céntrica avenida realejera.

Pero no fue el único premio en el municipio, que este año estuvo de enhorabuena porque parte del segundo, agraciado con el número 92.845 fue vendido en El Gato Negro. No es la primera vez que esta administración de lotería de la calle San Agustín resulta afortunada, dado que ya ha otorgado más de 40 premios importantes.
Su propietario, José María González de Chávez, confirmó que había sido despachado por máquina y por lo tanto, no sabía cuántos décimos exactos le correspondían. Hasta el momento, ninguna persona se había acercado al establecimiento para confirmar que había sido sido tocada en la ocasión por la varita de la fortuna. “Ahora vamos a por El Niño”, bromeó.

Dotado con 1.250.000 euros a la serie, el segundo premio ha estado muy repartido. Tacoronte y La Orotava son otros dos municipios en los que cayó además de Barcelona, Madrid, A Coruña, Tenerife, Almería, Toledo, Navarra, Pontevedra, Valencia, Albacete, Alicante, Cáceres, Almería, Córdoba, Fuerteventura, Gerona, Jaén, Gran Canaria, La Palma, Lanzarote, León, Zamora, Álava, Asturias, Ávila, Badajoz, Vizcaya, Burgos, Cádiz, Castellón, Ceuta, Cuenca, Guipúzcoa, Granada, Huelva, Islas Baleares, Jaén, La Rioja, Lugo, Málaga, Navarra, Palencia, Salamanca, Sevilla y Zaragoza. En el caso de la Villa fue en el Bar Fariña, ubicado en la calle Calvario, uno de los más antiguos y populares del municipio, dado que abrió sus puertas en 1922. También lo es como Receptor Oficial de Juegos del Estado, uno de los más antiguos de España. A pesar de que hace unos años validó uno de los premios más importantes en toda la historia de la quiniela, con más de 6 millones de euros, y que repartieron varios premios importantes en diferentes ocasiones, los hermanos Miguel y José Manuel Fariña, responsables del bar y la administración, respectivamente, tampoco podían creer ayer que en su establecimiento haya salido el segundo premio.

Su incertidumbre también pasaba por conocer a los beneficiados dado que el número fue vendido por máquina. “Es una modalidad de la que muchos se quejan pero que al final eligen”, manifestó Miguel.

En su caso se enteraron por Internet, dado que el número, fue anunciado a las 11.28 horas y en ese momento había mucho ruido en el local y por lo tanto, no pudieron escuchar cuando se hizo a través de la televisión.

“Salió, salió, enhorabuena”, gritaban desde los coches, mientras Miguel aseguraba que todavía no se lo creía. Para él, este premio además de una inmensa alegría, es también un aliciente para aumentar la clientela del local pese a que ya es un “clásico” de La Orotava.