Votación en la Comisión de Economía y Presupuestos. / SERGIO MÉNDEZ
La apisonadora del Gobierno canario arrolló ayer a la oposición al rechazar todas las enmiendas políticas -se aceptaron algunas de carácter técnico- al proyecto de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2015, dotados con 6.100 millones de euros. A su salida de la comisión, que aprobó el informe de la ponencia con los votos de CC-CCN y el PSOE, Román Rodríguez se dolió del rodillo. “Después se quejan de la mayoría absoluta del PP [en las Cortes]”, comentó el portavoz de Nueva Canarias.
El pacto incorporó todas sus enmiendas parciales -ninguna, de calado- tanto al articulado como al bloque económico. Al Pleno del próximo miércoles llegarán vivas alrededor de 180 sugerencias de corrección: unas 120 del PP y en torno a las 60 de NC, a las que habrá que añadir las específicas del PIL. Unidos en la adversidad, los representantes del PP y de NC se prestaron apoyo mutuo en forma de abstención solidaria. La unanimidad que hubo fue sobre cuestiones de rango menor. El tímido acuerdo se resolvió por vía transaccional. También se aceptaron las que se presentaron in voce para su posterior discusión en el debate definitivo.
Las cuentas salieron de la calculadora del Ejecutivo regional a finales de octubre. El consejero de Economía y Hacienda las acompañó con el anuncio de una rebaja del tramo autonómico del IRPF a 703.000 contribuyentes, el 97% de los declarantes. Javier González Ortiz destacó entonces el “refuerzo” de los servicios públicos esenciales y el “impulso” al empleo.
Como era de esperar, el PP y NC enmendaron la plana. Pero sus propuestas de devolución fueron rechazadas de plano. Luego, los ponentes intentaron movilizar 236 millones de euros y se herniaron. En opinión de las señorías sentadas frente al banco azul, estos presupuestos no sirven para acompasar la salida de la crisis con medidas que compensen los destrozos y arreglen el desaguisado.