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¡Que nos protejan! – Por Sergio García de la Cruz

   

Esta vez seré claro, escueto y conciso, no quiero irme por las ramas y quedar sumido en un galimatías. Sencillo; mi vida, mi cuerpo, mi salud física o psíquica es muy importante, pero con la tuya lo es aún más y con la de todos ¡imagina!, indudable, ¿no?, pues no lo entienden. Los políticos no lo asimilan, el legislador se escurre cuando llega a esto y mira que es obvio. El derecho a la vida y el derecho a la integridad física y moral son los derechos más básicos y primarios de todos. Constitucionalmente está entre los derechos más relevantes y gozan del máximo nivel de protección jurídica. En cuanto a los tratados internacionales suscritos por España y a las declaraciones internacionales o supranacionales, hay un claro halo de protección, fundamentalmente en dos ámbitos: el global y el europeo. Ambos obligan a España en este terreno, entonces ¿qué ocurre? Ahora extrapolemos esto al Código Penal. Como todos saben aquí se recogen conductas graves, aquellas que requieren una máxima protección por tener un considerable valor para una sociedad y esto que acabo de decir y que suena tan bien, no es así, al menos en su plenitud, si no miremos este claro ejemplo relacionado con el tema que nos ocupa: si yo voy por la calle y me da la gana de pegarle una cachetada a alguien o un puñetazo y ponerle un ojo morado la pena que se me impondrá por esta conducta será una multa de unos ciento cincuenta euros, claro, si esto lo comparamos con cualquier otra conducta como por ejemplo de que si a mí me da por plagiar el DVD de la última película de Michel Hazanavicius y vendérselo a mi vecino, mi pena será de un mínimo de seis meses de cárcel y además una cuantiosa multa. Comparen y juzguen ustedes mismo.Viendo lo anterior no nos debe extrañar de que hoy por hoy tengamos una sociedad en el que el respeto a la vida y a la integridad física y moral sea el mínimo, porque al fin y al cabo los valores se transmiten, sea esto de manera directa o indirecta, o sea, que si tenemos unos dirigentes que no respetan o estiman la importancia poco se le puede pedir a su pueblo sobre ello. De nuevo tenemos otra agresión a un policía en Las Palmas. Fran sufrió una agresión por un experto en artes marciales que quiso lesionarlo y de gravedad, lo golpeó para hacerlo caer al suelo. Sabe lo que hace y no puede ignorar el altísimo riesgo que crea con su acción y de que una mala caída cause lo que se produjo. Si una persona es capaz de pasar la línea y agredir a un policía de una manera tan vil, dolosa y directa, imaginemos su comportamiento con el ciudadano en general. Pobre de nosotros ante tales individuos. Fran sigue en coma inducido, las primeras horas son determinantes, desde aquí le transmito mucha fuerza, todo saldrá bien para él y espero que mal para el autor.
No quiero finalizar sin transmitir la buena noticia de que Vicente, el policía herido en Vigo, se recupera ya en su domicilio con muchas fuerzas y ganas de seguir. Dolido como todos, por la partida de Vane que siempre permanecerá inmortalizada en nuestro recuerdo..

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