NORBERTO CHIJEB |Santa Cruz de Tenerife
Un viejo puente, que aun está en perfecto estado, de unos 50 metros de longitud, de hierro y hormigón, que descansa desde finales del siglo pasado (1998) en un solar de Benijos (La Orotava), vuelve a ser noticia al lograr el visto bueno para ser colocado en el paraje natural del barranco del Río y unir los municipios de Arico y Granadilla.
Un proyecto que nació en los años sesenta y que se retomó a mediados de los noventa, cuando comenzaron a colocarse los estribos de acero en una y otra parte del profundo barranco. Un hecho que fue denunciado en 1997 por los ecologistas de ATAN, que lograron imponer sus tesis medioambientales en el juzgado, paralizándose de manera definitiva la instalación del puente, que desde entonces se encuentra en el cruce de Benijos con el Camino de Chasna, en La Orotava.
Sin embargo, casi veinte años después, el puente podría convertirse en tal, al menos esa es la intención que se esgrime desde Medio Ambiente del Cabildo, en palabras de su consejera, Ana Lupe Mora, y del técnico Ventura Machado.
La infraestructura lleva casi 20 años en La Orotava a la espera de ser instalada
¿Y por qué ahora sí y antes no? Hace 14 años, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias condenó a la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias ha derruir las obras realizadas en el barranco del Río, un profundo tajo que marca la divisoria entre los municipios de Arico y Granadilla, que alberga una excelente flora de alta montaña con gran número de tajinastes rojos y altos pinos y que alberga una gran población de aves, por lo que en su día fue declarado zona Zepa. Se imponía la protección natural del paisaje ante la idea no explicada de la lucha contra incendios para construir el puente.
Sin embargo, el 30 de marzo de 2011, el Gobierno de Canarias daba el visto bueno a la aprobación de la memoria ambiental y aprobación definitiva y de forma parcial del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de la Corona Forestal, ya formalmente en uso desde el año 2012. Con el PRUG, Medio Ambiente del Cabildo ha visto las puertas abiertas para retomar un proyecto que los técnicos, como Ventura Machado, consideran “imprescindible, porque cruzamos de Arico a Granadilla en dos minutos, cuando de lo contrario para ir de una pista a otra necesitamos dos horas, subas por Izaña o bajes por la autopista del Sur”. Un puente de unos 50 metros que no lleva pilares y que solo será utilizado por el personal de servicio, dado que todas esas pistas forestales tienen barreras. Un puente, en definitiva, que culminará de alguna manera el anillo insular forestal, como recuerda Ana Lupe Mora, quien insiste en que “es una instalación muy necesaria en caso de incendio”.
Para la instalación, el Cabildo ya ha destinado 250.000 euros en los presupuestos de 2015, indicativo de que la colocación del puente -“que no es ninguna superinfraestructura”, señala Ventura Machado- se hará en breves fechas, a pesar de la razón que en hace apenas tres lustros le dieron a los ecologistas.