AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife
La construcción de la autopista del Sur de Tenerife, desde Santa Cruz hasta Los Cristianos, hace justo cuarenta años, ha sido el gran acontecimiento que transformó por completo el presente y el futuro de una Isla que ahora tiene en este territorio meridional su principal polo de desarrollo. La autopista TF-1 cambió para siempre la historia del Sur y la historia de Tenerife.
Si en la conquista del lejano Oeste americano fue fundamental la construcción del ferrocarril, en la conquista y desarrollo del Sur tinerfeño ha resultado determinante la construcción, primero, de la carretera general, que tardó todo un siglo en culminarse, y luego la autopista TF-1. Esta vía eliminó el aislamiento secular de la comarca e impulsó tanto la agricultura como la industria turística en los pueblos sureños. Como tantas veces ha enseñado la historia, las vías de comunicación son las puertas del progreso para los pueblos. En opinión del escritor y topógrafo Rafael Zurita Molina, autor del libro El Sur de Tenerife. Cronografía de un paisaje, “la autopista del Sur puede considerarse la obra más trascendente de las realizadas en Tenerife en los últimos tiempos. Su construcción promovió el desdoblamiento solidario de las áreas de producción, riqueza e influencia, corrigiendo lo que hasta ese momento era, rotunda y claramente, un penoso contrasentido”.
Pasado y futuro
En la actualidad, cuando la isla de Tenerife afronta como uno de sus grandes retos el cierre del anillo insular, la nueva carretera que unirá el Norte y el Sur a través de Adeje, Santiago del Teide e Icod -parte de la cual ya está construida-, es bueno recordar lo que supuso para los pueblos del Sur y para toda la Isla la construcción de la TF-1, una gran conquista técnica, económica y social que cambió el panorama de la Isla y la vida de sus gentes.
A comienzos de los años 70 del siglo XX el turismo empezó a despuntar como principal motor económico, lo que llevó a las autoridades a diseñar una autopista que enlazara Santa Cruz con el nuevo aeropuerto de Tenerife Sur, y así desarrollar la parte meridional de la Isla. La autopista de cuatro carriles (dos por sentido) se inauguró primero a lo largo del municipio de Santa Cruz (avenida de Anaga-barrio de Añaza) en 1974, llegando posteriormente hasta Güímar. Luego se prolongó hasta el aeropuerto de Tenerife Sur (1987) y a lo largo de los años 90 se extendió hasta Arona y Adeje. El desarrollo de la zona sureste de la Isla fue posible en gran parte después de la construcción de la TF-1. En noviembre de 2003 se iniciaron las obras para ampliar la autopista a seis carriles entre Santa Cruz y el polígono industrial de Güímar, debido a los colapsos producidos por los 100.000 vehículos que diariamente utilizaban esta vía. El 13 de abril de 2007 entraron en servicio los seis carriles en el tramo de casi siete kilómetros comprendido entre Las Caletillas y Arafo. Actualmente, la TF-1 se prolonga con cuatro carriles hasta Adeje, aunque el desarrollo incesante de esta comarca ya demanda una nueva ampliación y desdoblamiento, además del cierre del anillo insular en marcha.
Al echar ahora la vista atrás se comprueba que hace 40 años la autopista conquisto el Sur y, con ella, el Sur conquistó la Isla.