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Soliloquio>

Atentos, incansables y valientes – Por Ramiro Cuende

   

Lo dijo el papa Paco en la misa del día 6, así hemos de vivir. Quiero empezar agradeciendo a Juan Julio Fernández su artículo del pasado día de Reyes, titulado Populismo. Tan sólo un matiz, el populismo al que haces mención no solo surge de lo que tan bien expresas en tu texto. Nace del mini populismo endogámico en el que se han convertido de un tiempo a esta parte los cardinales partidos españoles; pepé y pesoe, que decir del viejo pecé. Por esas cosas de la debilidad, hoy son una suerte de raros cambalaches que tienen a la gente confusa y sumida en un absoluto desconcierto. De ahí, la necesidad de buscar incluso donde puede no haber. Lo que sucede se debe al fiasco de conocer tanta mangancia, y, del asimétrico recetario vital al que nos someten frau Merkel y su claque; para unos pocos todo, y al resto lentejas sin chorizo. De todos modos, gracias. A lo que iba ¡Caray! Viniendo de quien viene, diciéndolo cuando lo dice, y con lo mostrado hasta la fecha impone. El papa Francisco lleva desde sus inicios en el cargo dando muestras de su compromiso, ya no como pastor de su rebaño, me refiero a su papel como estadista mundial; relaciones Cuba-USA, sus reflexiones en las que insta al diálogo entre credos y culturas para acabar con el terrorismo. A los políticos se los deja bien claro, cuando les dice que sufren también de “alzhéimer democrático y de representatividad”, y de esquizofrenia, al olvidarse de aquello y de aquellos por los que fueron elegidos. Así como los cardenales ejercen, según Francisco, el terrorismo de las maledicencias, también la política hoy se ahoga muchas veces en las mafias de intrigas y corrupciones, actuando más en la sombras, y a espaldas de la ciudadanía. Si es preciso hasta atropellan leyes y constituciones para eternizarse en el poder. El mundo civil, el de la política, necesitaría encontrar a alguien capaz de aconsejarles a los que se sienten indispensables e insustituibles, que visiten algún cementerio donde descansan los que un día se creyeron dueños del mundo. Hace unos días se el Papa se expresaba sobre la sostenibilidad, quedé alegremente perplejo: “Dios perdona siempre, los hombres algunas veces, la naturaleza nunca”. ¡Ojo! Las nuevas tecnologías merman nuestra capacidad de estar atentos, de ser tenaces y valientes. Estamos todo el día del tingo al tango; desde que la tele tiene mando, hasta hoy, cada día más idiotizados. Por favor, lea, piense y comuníquese. Sale a cuenta.