El caserío de Las Fuentes logra la calificación de sitio etnológico

Las Fuentes es un pequeño caserío, a unos mil metros de altitud, que se encuentra deshabitado desde 1970. / DA

NORBERTO CHIJEB | Guía de Isora

Con fecha 16 de diciembre, el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, dictó una resolución por la que se abría el período de información pública en el expediente para la declaración del Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Etnológico, a favor del caserío de Las Fuentes, en el término municipal de Guía de Isora.

Después de veinte días de exposición pública en el TEA de Santa Cruz, que terminan la próxima semana, y a la espera de conocer las alegaciones presentadas, solo falta el anuncio en el Boletín Oficial de Canarias para que este lugar en el entorno de la montaña de Tejina de Guía se convierta en BIC.

El caserío de Las Fuentes es un espacio fundamental en el patrimonio histórico isorano, junto a la montaña de Tejina, situado a 1.000 metros de altura, y que fue el lugar habitado más alto del municipio hasta los setenta, aunque todavía hay una persona que reside en su entorno, en donde las pequeñas fincas agrarias y explotaciones de viñedos mantienen con vida la zona, a pesar de las dificultades para llegar hasta ahí después de que las fuertes lluvias sufridas en octubre volvieran a hacer intransitable la única pista para vehículos, tal y como denuncia la Asociación Los Manantiales de Las Fuentes, que sigue reclamando al Ayuntamiento isorano que intervenga ante “la urgente necesidad de restablecer la circulación por la vía”, ya que sigue siendo peligrosa hasta para todoterrenos, esperando que esta declaración de BIC pueda adelantar las mejoras de la pista al menos de cara al turismo, de lo que se aprovecharán los propietarios de fincas.

La crisis de la agricultura de secano, la dificultad de las comunicaciones y la lejanía han logrado que el que fuera conocido como granero de Guía esté deshabitado. La emigración primero y el atractivo del turismo como generador de trabajo después, hicieron que a partir de la década de 1970 Las Fuentes quedará abandonada. Sin embargo, quedan vestigios importantes de las muy originales y complejas técnicas agrícolas que supieron crear los habitantes del lugar, como la construcción de nateros -diminutos bancales cuyo fin es aprovechar las aguas de la lluvia- o las huertas de jable, piedra volcánica que además de provocar, por su color blanco, intensos contrastes en el paisaje, regula la humedad del suelo y permite que las cosechas progresen en las situaciones más adversas.