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A cuenta de los 100 millones de usuarios del tranvía – Por Carmelo Peña Bello

   

A cuenta de la celebración de los 100 millones de personas que habrían usado el tranvía de nuestra área metropolitana Santa Cruz-La Laguna para cuando cumpla 8 años, quisiéramos hacer algunas puntualizaciones. Si tenemos que definir las principales características del taxi como modo de transporte público diríamos que es un sistema cómodo, fiable, accesible, flexible, personalizado, proporciona servicio “puerta a puerta”, con impacto ambiental irrelevante, costo cero para la administración pública en relación a los cientos de millones de euros que le supone subvencionar explotación, estructura e infraestructuras de los servicios regulares de viajeros y además representa sin duda el modelo de uso perfecto del automóvil de 5 a 9 plazas más sostenible.

Bien, el millar de taxis del municipio de Santa Cruz que oferta servicio las 24 horas de cada día tanto para el lugar mas recóndito del municipio como para traslados desde este al general de localizaciones de Tenerife tras que se pone en servicio el tranvía, ya para 8 años atrás y que desde entonces sufre una situación de insostenibilidad manifiesta para su explotación estaría cubriendo una media de 35.000 km. /año por taxi en el desarrollo de la actividad, la mayor parte en vacío por lo que habría recorrido su flota en esos ocho años la friolera de unos 280 millones de kilómetros contra los 11,5 millones de kilómetros que en ese mismo periodo según se publica habrían recorrido los 26 tranvías en servicio actualmente sin que aun así pueda autofinanciarse si quiera su explotación diaria menos aun su coste de implantación. Así es de resaltar como parte muy importante de los 100 millones de personas que por una vez subieron a nuestro tranvía en los últimos ocho años han tenido previa y posteriormente que auxiliarse con transbordos con guaguas o de taxis que son los que alimentamos este modo de transporte de flexibilidad nula.

En cuanto la importancia del taxi como servicio publico clave para la movilidad insular, que lo es, baste señalar como aun siendo insostenible su explotación el volumen de uso solo del taxi en Santa Cruz con sus 1.000 taxis habrían transportado unos 125 millones de usuarios en los últimos ocho años, resultado de una ocupación media de tres personas por servicio con su amplia flota de vehículos de cinco, siete y hasta nueve plazas, que con media de 20 servicios por taxi diarios solo con 260 jornadas por taxi de explotación al año suponen 15.600.000 viajeros anuales con picos de demanda de mas de 60.000 usuarios en muchos días laborables, en nuestro caso, por ser taxi trasladándolos a cualquier lugar de nuestra orografía insular, algo que sin duda hay que tener muy en cuenta en cuanto a la carga y perjuicio sobre nuestros costes de explotación si lo comparamos con los 15 kilómetros de trazado permanente que tiene el servicio del tranvía en nuestro área metropolitana.

Por no abandonar las cifras es de destacar como entendemos que hubiera sido viable, y aun puede serlo, reducir el numero de taxis en Santa Cruz, promover el renovar la totalidad de flota de vehículos de taxi de nuestro municipio por vehículos híbridos, menos contaminantes, y además dotarlo al menos del 5% de vehículos adaptados por total de flota que establece la normativa vigente con alrededor de unos 20 millones de euros en subvenciones, una cifra irrisoria si lo comparamos con las inversiones publicas para cubrir déficit del servicio regular y guiado que anualmente recaen sobre nuestro municipio, y que además, dadas nuestras particularidades sociales económicas y orográficas estas actuaciones seguro que también nos otorgaría muchos mas reconocimientos meritorios. Lo cierto e irrefutable es que dada la proporcional pérdida de usuarios de TITSA en el área metropolitana como del taxi de Santa Cruz por merma de servicios en zonas afectadas por el tranvía como de los interurbanos con La Laguna que alcanzaría un 40 % de pérdida sobre nuestra anterior demanda, la que nos daba sostenibilidad, constatamos que no habiendo aumento poblacional ni de actividad económica sino más bien igualmente merma en nuestro municipio, para este periodo podemos concluir que el tranvía no ha supuesto mejora en el uso del transporte público ni reducción del uso del vehículo privado, pues simplemente se ha producido un trasvase de pasaje habitual de guaguas y taxis del área más poblada de nuestro municipio a este otro modo de transporte despilfarrando cientos de millones de euros que directamente además habría quebrado aún más la ya sensible estructura de sostenibilidad de TITSA y llevando a la inviabilidad absoluta la explotación del excesivo número de taxis en Santa Cruz a causa del juguete perverso que nos trajo el caprichoso rey Melchor.

*Presidente de la UTAT