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Ellas toman la iniciativa

   
El Fígaro Haris Tenerife se hizo con la Copa de la Superliga Femenina 2. / DA

El Fígaro Haris Tenerife se hizo con la Copa de la Superliga Femenina 2. / DA

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

No es habitual que un deporte, además en categoría femenina, crezca en medio de una crisis, pero es lo que está sucediendo con el voleibol en Tenerife en los últimos años. Atrás quedaron los éxitos del CV Tenerife y las temporadas en máxima categoría y competición europea del Aguere, pero el voleibol ha sabido reinventarse para ser el deporte de categoría femenina con más presencia en los últimos tiempos. Todo tiene explicación.

El voleibol es de las pocas disciplinas en Tenerife que cosecha más éxitos en categoría femenina que en masculina. Según los protagonistas, son muchos los motivos de esta situación, que llevan a un número importante de niñas a iniciarse en este deporte a muy temprana edad, todas ellas dentro de unos clubes que han entendido bien que la austeridad tenía que ser uno de los ingredientes indispensables para poder sobrevivir en los tiempos que corren.

“El fútbol y el baloncesto tiran mucho en la Isla y es lo que arrastra a muchos chicos. Eso se ha notado siempre, pero ahora, con el CB Canarias en ACB, aún más. Quizás no es que ellas opten tanto por el voleibol, sino que ellos eligen más esos otros dos deportes”, señala Ambrosio González, presidente del CV Aguere, cuestionado por los motivos de este nuevo boom.

Lo cierto es que los pabellones que acogen encuentros de base “se llenan”, como apunta Francis Hernández, presidente del histórico CV Cuesta Piedra: “Creo que las competiciones masculinas llegaron a pecar de cierto elitismo, con ligas muy cortas, algo que terminó por alejar al público”.

Resistir, resistir y resistir

Cuando más azotaba la crisis económica, muchos fueron los que apostaron por la desaparición del CV Aguere o, al menos, por su incapacidad para competir en Superliga, la máxima categoría nacional. Ambrosio González, el hombre para todo del club, pensó en “tirar la toalla”, hasta que entendió que eso supondría dejar a la Isla sin élite, algo que no estaba dispuesto a permitir. “La situación ha sido bastante complicada en los últimos cuatro años y mantener la Superliga ha resultado muy complicado. Claro que me he planteado retirarlo en muchos momentos, especialmente porque las instituciones públicas se retrasaban mucho en los pagos”.

Pero resistieron. Miraron a la cantera y confeccionaron “plantillas más austeras”, recortaron de donde pudieron y así, casi sin darse cuentan, consiguieron ser el equipo más antiguo que compite en Superliga en estos momentos: “Junto a UCAM Murcia, que allí siempre ha habido idas y venidas, nosotros somos el club con más años en la máxima división, algo que nos enorgullece y nos sirve para seguir peleando cada día”.

Así, tras algunas temporadas con penurias deportivas en el nivel general de la competición, el Aguere consiguió esta misma temporada clasificarse para la Copa de la Reina: “El nivel es tan parejo que podíamos haber sido segundas y acabamos siendo quintas por perder en la jornada en la que se decidía todo. Este año ya podemos hablar de crecimiento de la Superliga, no es la misma que hace algún año, sino que ha crecido mucho”.

La cantera es clave

Hablar de cantera de voleibol en Tenerife es hacerlo del Cuesta Piedra. Una entidad histórica que ha sabido capear el temporal reinventándose siempre mirando a sus jugadoras más jóvenes, para las que Francis Hernández pide paciencia: “El nivel es alto en la base, hay muy buenas jugadoras y una afición detrás que las apoya. Solo debemos tener la paciencia necesaria para que esas jugadoras puedan crecer y salir para jugar en los primeros equipos”. Para Francis Hernández, a la jugadora insular le falta “la experiencia para competir fuera”, lo que provoca que se tengan que aprovechar las opciones de firmar a jugadoras de fuera que eleven el nivel competitivo: “Somos conscientes de ello, pero precisamente trabajamos para cambiar eso. Nuestro entrenador, Lolo Cabrera, está haciendo un gran trabajo, pero a la vez adaptándose a plantillas más austeras que las que había manejado con anterioridad, en la que podía realizar más contrataciones de jugadoras importantes y de fuera. La jugadora de nuestra primera plantilla que viene de más lejos es de Los Realejos”.
Para un amante, y especialista, de la cantera como él, no se trata solo de una situación que se produzca en nuestra provincia y ni mucho menos que se limite al eje Santa Cruz- Laguna: “En los últimos años el IBSA Gran Canaria está muy bien, ha destacado mucho. En la Isla se trabaja bien con clubes como Realejos, Bregador, Aguere, Arona o nosotros mismos, pero repito: lo importante es poder tener la paciencia necesaria para que esa cantera sea capaz de encontrar su hueco”.

Con todo, Hernández apuesta por un “gran nivel” dentro de unos cinco años, aunque siempre reiterando que las jugadoras tienen que “recorrer el camino sin ninguna prisa”.

Reverdecer viejos laureles

La última irrupción en el panorama deportivo de la Isla ha sido la del CV Haris. Club fundado con la idea de poder mantener viva la filosofía del CV Tenerife, la entidad más laureada de toda Canarias, comenzó aglutinando a muchas jugadoras jóvenes llamando la atención por la imaginación de la que hicieron gala cuando quisieron crecer.

El CV Haris articuló diversas iniciativas para que su equipo sénior pudiera competir, crecer y buscar, como objetivo final, ser un equipo con arraigo en categoría nacional, algo que parecen haber logrado en poco tiempo. Hace solo algunas semanas las tinerfeñas se hacían con la Copa Princesa en Madrid. Fue contra todo pronóstico, pues el CV Torrelavega era el gran favorito.

Para Patricia Gil, su vicepresidente, se trata de “un logro inesperado”. “Nosotras nos clasificamos en el último minuto, era un sueño estar allí clasificadas, así que ganarla es algo inexplicable. las cosas fueron saliendo poco a poco y conseguimos el título”.

El Haris es el ejemplo de un club que nace por amor a un deporte y que, poco a poco, llega a la categoría nacional casi sin darse cuenta. Quizás no pensar demasiado en el futuro ha acabado siendo clave: “La verdad es que no es nada concreto, nada especial, simplemente cogimos a muchas de las niñas que jugaban en la base del CV Tenerife y a esas niñas se les unieron muchas otras. Así surgió todo”.

De ahí llegó el ascenso a la Superliga gracias a los patrocinios privados, ya que, al conseguir la plaza en los despachos no tenían derecho a recibir ningún tipo de subvención pública.

A pesar de la reciente conquista copera, Patricia Gil admite, con humildad, que su club es “un recién llegado”, y que el mérito de este auge es, en buena medida, de otros clubes: “Se debe, principalmente, a clubes como el Aguere o el Cuesta Piedra, además de los clubes de categoría inferior que trabajan todos muy bien. Además, en nuestro caso, funciona mucho el boca a boca, que propicia que cada vez tengamos más niñas en nuestra cantera”.

Con todo, no parece sencillo ver en relativamente poco tiempo a un equipo 100% tinerfeño debido, especialmente a una crisis que borra cada vez más a las jugadoras profesionales: “Llegadas a una edad tienen que seguir con sus estudios, buscar un trabajo o ambas cosas y eso es difícil de compaginar con el deporte. Antes muchas jugadoras podían vivir del voleibol, pero eso ahora no es tan sencillo”.

Estos tres equipos son los que compiten a nivel nacional, sin olvidar la labor de los clubes de Liga Canaria Sénior -Orotava Puerto de La Cruz, Arona Stop and Shop, Yejarafe, Mencey Realejos, TKN Candelaria, Hispania Adeje y La Victoria- que hacen posible que el voleibol no solo esté de moda en la Isla, sino que crezca con unas raíces fuertes que hacen ser muy optimista en lo que a su futuro se refiere.

Coperas: El Haris ganó hace dos semanas en la de la Princesa; el Aguere luchará en unos días por la de la Reina

Siempre en Superliga: El CV Aguere tuvo que capear el temporal de la crisis en la búsqueda de continuar siendo equipo de la Superliga: a pesar de las dificultades, consiguió lograrlo.

Austeras: El éxito de la supervivencia de los clubes femeninos pasa por haber sabido adaptarse a los tiempos de crisis

La base de todo: El CV Cuesta Piedra siempre ha mantenido su filosofía de cantera para poder resistir a todas las dificultades. Ahora, de la mano de Lolo Cabrera, aspira a mantener esa línea.

La última irrupción: A pesar de llevar años trabajando con la cantera, el Haris ha saltado a la palestra tras ganar la Copa Princesa. En sus inicios se caracterizó por su imaginación para generar recursos.

Aprender de los errores

Hubo un tiempo en el que el voleibol logró hacerse un hueco en el panorama deportivo nacional. Era curioso porque, a diferencia del baloncesto, este boom no llegó de la mano de los éxitos de las selecciones españolas, sino de los propios clubes, y ahí Tenerife tuvo un protagonismo especial. El CV Tenerife de Quico Cabrera consiguió, más allá de una infinidad de títulos, que el voleibol ganara en seguidores, propiciando su crecimiento y permitiendo que los gigantes turcos o italianos no lo parecieran tanto. La crisis azotó con dureza a este deporte, llegando al punto a casi de no poder contar con equipos para componer la Superliga Femenina. Aún en esta situación, con el CV Tenerife ya desaparecido, la Isla siguió siendo una plaza fija, con el CV Aguere en Superliga y con el CV Cuesta Piedra con apariciones tanto en Superliga como en Superliga II. No parece fácil que puedan volver los tiempos de que las mejores jugadoras extranjeras se pelearan por jugar en España si no las querían en Italia, o de que las televisiones se vuelvan a fijar en el voleibol como producto atractivo, pero sí parece claro que este deporte parece haber aprendido del pasado. Con el atractivo intacto, las entidades han entendido que deben de mirar hacia su cantera como objetivo para poder perdurar en el tiempo, crecer y, quién sabe, volver a ser alternativa en Europa frente al dinero italiano.