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Fernando Ríos: “CC es ahora un apéndice del PP, no un partido nacionalista”

   
Foto SERGIO MÉNDEZ

Foto SERGIO MÉNDEZ

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

El comisionado del Gobierno regional Fernando Ríos quiere abrir la caja de los truenos con su decisión de abandonar Coalición Canaria (CC). El exdiputado, que caso de ser destituido volvería a su puesto de letrado del Consejo Consultivo de Canarias, afirma que CC ha abandonado el nacionalismo con Fernando Clavijo y quienes lo apoyan, para volver al insularismo y pactar con el PP.

-Su decisión no la toma de un día para otro. ¿Qué colmó el vaso?

“La llevo madurando meses, una decisión dura, porque llevo vinculado a CC desde sus orígenes, familiar y personalmente.

-¿Pero cuál es el detonante?

“La deriva de la mayoría actual de CC. Ahora ya no hay consenso entre familias ideológicas, solo manda la ATI profunda, el insularismo más conservador, ramplón, simplón, y eso va contra el ADN de CC, que quería construir una Canarias solidaria, pujante, sostenible, progresista”.

-¿Pero acaso lo que hace CC no cuenta con las bases del partido?

“No, no hay ningún acuerdo para esto. Al revés, Clavijo y quienes lo apoyan contravienen los aprobados en el último congreso nacional, donde se aprobó un nacionalismo consecuente, progresista y conservacionista”.

-¿Y eso no lo podía usted intentar cambiar desde dentro sin irse?

“No puedo cambiarlo porque, pese a ese ultimo congreso que preveía que las decisiones las tomaran las bases, con regeneración interna, no es así, las toman unos cuantos y se imponen al resto con muy poca transparencia. Ejemplo, el candidato al Cabildo, Carlos Alonso”.

-Entonces Clavijo y Alonso están entre las razones de su marcha…

“No lo personalizo en nadie, pero detrás hay ideología evidente que coincide en muchas ideas con el PP; no hay nacionalistas de verdad. CC parece con ellos más un apéndice del PP que un partido nacionalista”

-¿A qué ideas se refiere?

“A políticas neoliberales del PP que CC las asume pese a no haberlas defendido nunca: bajar impuestos a las clases pudientes, eliminar la Cotmac o derogar la moratoria turística.”

-¿Usted ve en eso un gesto al PP para preparar un pacto futuro?

“Es obvio que sí”.

- Pero CC ya ha gobernado con el PP y usted no se ha ido…

“No. Cuando CC gobernó con el PP, el PP asumía los postulados netamente nacionalistas de CC. Ahora es al revés. Podemos ha roto el sistema tripartidista en Canarias y el espacio más abandonado es el nacionalista, el idóneo para CC, el que yo pretendo”.

-¿De qué manera?

“Si CC no se da cuenta y rectifica, pues con un nuevo partido o un partido ya existente. Lo ideal es que haya confluencia en una única formación nacionalista en Canarias, nucleada a través del PNC, NC o de algo nuevo”.

-¿Pero para usted todos esos males empiezan con Clavijo…?

“Sí; cuando Paulino Rivero ha planteado la soberanía compartida desde la nueva mayoría de CC se le han tirado al cuello”.

-¿Y de Rivero no tiene quejas?

“Claro que no se han logrado todos los objetivos, pero no es culpa exclusiva del presidente”.

-Entre los motivos de su marcha está que “CC no combate la corrupción”. ¿En que sentido?

“Que está a la defensiva. CC tiene desgraciadamente un historial de miembros imputados y condenados, y eso debió combatirse desde el principio, no siempre justificando, y asumir la culpa. Yo no juzgo a las personas imputadas, pero cara a la sociedad tenemos esa mancha…”.

-Pero usted mismo tiene una imputación por el concurso de las de frecuencias de radio…

“Sí, pero ha sido archivada”.

-¿Cree usted que Clavijo debe ser candidato a las autonómicas pese a sus imputaciones?

“Respeto la presunción de inocencia, pero observo comportamientos políticos en las conversaciones grabadas que me parecen inadmisibles y que los ciudadanos reprueban. Y los partidos deben ser ejemplares. Yo en su caso hubiera renunciado al día siguiente de esas imputaciones”.

-¿Por qué no dimitió usted?

“Si el presidente cree que es incompatible, me voy, dimito”.

-Y en esa regeneración ética que usted predica, ¿no ve incompatible ser accionista de una empresa de productos petrolíferos, DISA, y a la vez coordinar la batalla contra los sondeos de Repsol?

“No, no es algo secreto. Asumo que como dirigente politico debo tener los bolsillos de cristal. Poseer unas pocas acciones en DISA no me ha impedido luchar contra las prospecciones, y luchar contra Repsol es luchar indirectamente contra DISA. Apuesto por las energías renovables y cuanto antes nos demos cuenta de que son el futuro, mucho mejor nos va a ir en Canarias”.

La Fiscalía registra una denuncia por una presunta “compatibilidad ilegal”

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Una denuncia está detrás de la renuncia de Fernando Ríos Rull. Al menos, podría deducirse que tal incidencia judicial ha precipitado su decisión de abandonar por la escalera de incendio el despacho de comisionado para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales. Al margen de las interpretaciones, la realidad es que la Fiscalía provincial de Santa Cruz de Tenerife ha registrado la demanda de un sindicato, que prefiere no entrar en detalles a la espera de que se admita a trámite. En ella se hace constar la presunta existencia de un “trato de favor” hacia Ríos por la autorización de la compatibilidad del ejercicio del cargo público con su trabajo en la Universidad de La Laguna, centro docente donde en la fecha de su designación política, noviembre de 2011, ocupaba una plaza de profesor de Derecho Constitucional. El hecho en sí no sería motivo de litigio si no fuera por la circunstancia de que la norma excepcional se aplicó con carácter retroactivo de seis meses; lo cual supone, recalcan las fuentes, “una ilegalidad en toda regla”.

Según la ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (vigente hasta el 1 de junio de 2015), esa irregularidad acarrea una inhabilitación de entre tres y diez años. “Se dieron cuenta de que no era el procedimiento correcto y terminaron de fastidiarla”, comentan con sorna. “Reaccionaron tarde y mal”.
A juzgar por la información embargada en poder de este periódico, lo peor de la explosión defectuosa del petardo está más arriba. La anilla de la detonación no es el decreto 319, sino un acuerdo del Ejecutivo regional adoptado en mayo de 2012.

Licenciado en Derecho, no es este el primer encontronazo jurídico de Fernando Ríos. En su condición de presidente de la mesa de contratación del concurso de licitación de las licencias de las FM, se ha visto en la tesitura de declarar, junto a la secretaria, Cándida Hernández, como imputado por prevaricación y tráfico de influencias. La Fiscalía argumentaba que los criterios de evaluación se le fueron de las manos. El secretario general de Presidencia en 2010 esparció pelillos al río y justificó la chapuza en la “improvisación”, debido a la saturación de ofertas.

Tras la rebelión de las emisoras de radio perjudicadas, Paulino Rivero se lo quitó de encima y lo mandó al Congreso para que ocupara la vacante de José Luis Perestelo. Pero después se echó en sus brazos y le pegó la etiqueta de “ideólogo de cabecera”. Lo previsible es que el Consejo de Gobierno firme hoy en el Cabildo de Fuerteventura el cese de Ríos como comisionado.