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Un huevo que quiere sal… – Por Miguel Tejera

   

Tengo para mis adentros que el ministro de Industria y Turismo, nuestro paisano José Manuel Soria, se está comportando, en los últimos días, como un huevo que quiere sal… No de otra forma se explica que, de la noche a la mañana, se convierta en adalid y defensor acérrimo de los aspectos económicos del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF). Una posición suya que atribuyo más a una cuestión electoralista que a un sincero deseo de dotar al fuero canario del verdadero contenido del que alguna vez gozó.

Me explico: no me resulta sencillo comprender que un ministro de Industria y Turismo, por muy canario que sea, resulte capaz de convencer, a su colega de Hacienda, el señor Montoro, -y menos aún a Mariano Rajoy, el rácano gallego que preside el Consejo de Ministros- de que la dotación económica del REF canario es un asunto de Estado, como debería ser. Lo más probable es que el señor Soria haya convencido a Montoro de que le siga el juego, dando a la opinión pública la apariencia -sólo la apariencia- de que hay discrepancia entre los dos, con el exclusivo fin de que el ministro canario se gane las simpatías de los empresarios y de los restantes agentes sociales y políticos del Archipiélago en tiempos electorales como los que corren.

Desde luego, si Soria juega limpio y un servidor se equivoca de juicio (ojalá), el ministro grancanario se consagraría (y la oportunidad la tiene servida en bandeja) como el verdadero artífice de un milagro que protegerían bajo su manto no sólo las vírgenes de La Candelaria o del Pino, sino todas las restantes patronas y patronos (no olvidemos a San Bartolomé) de este Archipiélago atlántico abandonadito de la mano de Dios. Y de nosotros mismos. Me vuelvo a explicar: el Gobierno del Estado acaba de aprobar los aspectos fiscales del REF, en los que ha existido un grado de consenso incuestionable.

El acuerdo se plasma en la extensión territorial a toda Canarias de las ventajas fiscales de la zona ZEC, el impulso del empleo y las relaciones con África. Pero sin acuerdo económico, el nuevo REF es un documento ciego, sordo, manco y capado, toda vez que se queda vacío de contenidos y no aclara qué papeles jugarán España y la UE en la lucha contra los desequilibrios de este territorio ultraperiférico que no ha equiparado sus niveles de vida y bienestar a los del resto de España o la UE.

Soy un canario de Tenerife más viejo que Soria. Y le digo que añoro los tiempos del viejo REF, del fuero canario que arrancamos a Bravo Murillo en los tiempos de Isabel II. Recuerdo con nostalgia los tiempos en que regían el Arbitrio de Entrada de Mercancías y el Arbitrio del Lujo, nutrientes de los cabildos isleños. Y rememoro los buenos tiempos de la JIAI, la vieja Junta Interprovincial de Arbitrios Insulares, la cual repartía, con criterios de justicia (para los tiempos que corrían) los beneficios de tales tributos. José Manuel Soria puede estar persiguiendo una verdad. O puede estar mintiéndonos como un bellaco. El tiempo lo dirá. Ciertamente, doblarle el brazo a Montoro y consagrar un REF completo (en lo fiscal y en lo económico), afianzaría no sólo su prestigio político y personal, sino su poderío ante la sociedad isleña.

¡Y mucho tendrá que hacer el huevo por Canarias -su tierra al fin y el cabo- para que un servidor le eche sal..!

Otro día hablaremos del dinero, de las inversiones reales y del porqué Montoro quiere disolver nuestro fuero como un azucarillo en café. Vascos y navarros no se lo permitirían.
El guanchancho de El Sauzal tampoco está haciendo nada por la labor…