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Un mundo de locura – Por Rafa Lutzardo

   

Qué sería del mundo sin una locura? Nada. ¿Qué sería del pez fuera del agua? Nada. El mundo, ese planeta tierra habitado por todo ser vivo, nos invita a la emoción, al riesgo, a la aventura, pero todas esas locuras transitorias tienen un precio. La locura es sincera, transparente; no existe en ella daño alguno. No se puede ocultar, por más que se intente siempre se muestra de alguna manera u otra. Proviene del amor propio, de la adulación, del olvido, de la pereza, de la voluptuosidad, de la molicie (blandura), y la demencia. Adquiriendo así un poder que lo eleva sobre los mismos emperadores.  Así mismo, la locura es la fuente y el principio de la vida. ¿Qué sería de la vida sin una mínima gota de locura?  Sería algo triste, aburrido, fastidioso, insípido y desagradable. 

Para Erasmo la vida es una especie de juego, en el cual cada actor aparece en el escenario con su máscara propia y representa su papel hasta que el director escénico (la muerte?) lo llama. Se equivoca quien no se adapta a las condiciones y pretende que el juego deje de ser un juego. Los verdaderamente sensatos deben mezclarse con todos, compartir plenamente su locura o equivocarse alegremente como ellos. La locura dice: “Sin mi, el mundo no puede existir ni por un momento, pues, ¿no está lleno de locura todo lo que se hace entre los mortales?, ¿no lo hacen locos y para locos? Ninguna sociedad, ninguna convivencia pueden ser agradables o duraderas sin locura, de modo que el pueblo no podría soportar a su príncipe, el amo a su sirviente, la doncella a su señora, el preceptor a su alumno, el amigo a su amigo, la mujer a su marido por un solo momento, si de vez en cuando no se descarriaran, se adularan, toleraran sensatamente las cosas o se untaran con un poco de la miel de la locura”. Este párrafo contiene el resumen de su pensamiento: la locura es sabiduría mundana, resignación y tolerancia. ¿Estoy yo entre esos locos de la vida? Seguramente, sí. No lo dudo, pero debo seguir explorando esas emociones que la vida te ofrece; pinceles que engalanan situaciones y momentos vividos en una sociedad en la cual has ido creciendo y madurando con el transcurso del tiempo. Aprendo de las locuras de la vida; de un mundo que cada vez desprende menos oxígeno ante la agresividad ambiciosa y depredadora del ser humano. Guerras, hambres, poderes fácticos, miserias, armas químicas, miserias, dolor, muertes, desilusiones y corrupción, son los despojos del mundo, obligándote a buscar alternativas que sirvan como antídotos antes todos esos factores negativos. Para ello, nada mejor que una locura en el mundo de los vivos.