Qué sería del mundo sin una locura? Nada. ¿Qué sería del pez fuera del agua? Nada. El mundo, ese planeta tierra habitado por todo ser vivo, nos invita a la emoción, al riesgo, a la aventura, pero todas esas locuras transitorias tienen un precio. La locura es sincera, transparente; no existe en ella daño alguno. No se puede ocultar, por más que se intente siempre se muestra de alguna manera u otra. Proviene del amor propio, de la adulación, del olvido, de la pereza, de la voluptuosidad, de la molicie (blandura), y la demencia. Adquiriendo así un poder que lo eleva sobre los mismos emperadores. Así mismo, la locura es la fuente y el principio de la vida. ¿Qué sería de la vida sin una mínima gota de locura? Sería algo triste, aburrido, fastidioso, insípido y desagradable.
Para Erasmo la vida es una especie de juego, en el cual cada actor aparece en el escenario con su máscara propia y representa su papel hasta que el director escénico (la muerte?) lo llama. Se equivoca quien no se adapta a las condiciones y pretende que el juego deje de ser un juego. Los verdaderamente sensatos deben mezclarse con todos, compartir plenamente su locura o equivocarse alegremente como ellos. La locura dice: “Sin mi, el mundo no puede existir ni por un momento, pues, ¿no está lleno de locura todo lo que se hace entre los mortales?, ¿no lo hacen locos y para locos? Ninguna sociedad, ninguna convivencia pueden ser agradables o duraderas sin locura, de modo que el pueblo no podría soportar a su príncipe, el amo a su sirviente, la doncella a su señora, el preceptor a su alumno, el amigo a su amigo, la mujer a su marido por un solo momento, si de vez en cuando no se descarriaran, se adularan, toleraran sensatamente las cosas o se untaran con un poco de la miel de la locura”. Este párrafo contiene el resumen de su pensamiento: la locura es sabiduría mundana, resignación y tolerancia. ¿Estoy yo entre esos locos de la vida? Seguramente, sí. No lo dudo, pero debo seguir explorando esas emociones que la vida te ofrece; pinceles que engalanan situaciones y momentos vividos en una sociedad en la cual has ido creciendo y madurando con el transcurso del tiempo. Aprendo de las locuras de la vida; de un mundo que cada vez desprende menos oxígeno ante la agresividad ambiciosa y depredadora del ser humano. Guerras, hambres, poderes fácticos, miserias, armas químicas, miserias, dolor, muertes, desilusiones y corrupción, son los despojos del mundo, obligándote a buscar alternativas que sirvan como antídotos antes todos esos factores negativos. Para ello, nada mejor que una locura en el mundo de los vivos.