Toda Europa dirige sus ojos a Grecia, donde mañana se celebrarán algo más que unas elecciones legislativas de carácter local. La cuna de la democracia -pese a que alguno se le olvida- y de la civilización occidental vivirá unos comicios que darán pistas de lo que puede ocurrir en otros paÃses que experimentan el auge de formaciones alternativas a los partidos polÃticos tradicionales, como es el caso de España con Podemos. Las encuestas colocan a Syriza, la coalición de izquierdas que lidera Alexis Tsipras, como la gran favorita a alzarse con el triunfo en la jornada dominical, aunque habrá qué ver si la intención de voto se plasma finalmente en las papeletas, que luego ya sabemos como va esto. Una victoria que si se confirma, aparte de atragantar a la canciller alemana Angela Merkel, marcará incluso estrategias futuras, y aquà me refiero solo en el terreno de la polÃtica, especialmente en nuestro propio paÃs. Lo de Podemos está claro: un triunfo de Syriza reforzará con altas dosis de posibilismo a la formación dirigida por Pablo Iglesias y le mostrará buena parte del trayecto. Para PP y PSOE sobre todo supondrá un nÃtido aviso a navegantes de que el bipartidismo de facto lleva camino de tener sus dÃas contados. No obstante, por estos lares habrá aún margen para glosar planes antes y después de los comicios autonómicos y municipales de mayo próximo, otro termómetro -evidentemente más certero- sobre el nuevo panorama polÃtico que se avecina.
Tanto es asà que de los resultados que estos arrojen dependerán muchas variables, entre ellas, que el propio Gobierno de Rajoy, envalentonado ahora por los buenos datos macroeconómicos -y obviando los casos de corrupción que han aflorado en el mandato-, se piense el jugar con las fechas de las elecciones generales (por ley deberÃan llevarse a cabo entre el 20 de noviembre, el dÃa en que se termina la actual legislatura, y el 20 de diciembre, pero la Constitución permite prolongarla, en este caso, con el 17 de enero de 2016 como fecha tope); mientras que el PSOE -también en función de lo que venga- tratará de recuperar votantes a mansalva. Lo que ocurrirá este domingo en tierras helenas desde luego no es nada baladÃ, todo lo contrario. A Afrodita, la diosa griega del amor, se la solÃa representar sosteniendo un espejo, un objeto que mañana escenificará la antigua Hélade y en el que unos querrán mirarse y otros ni siquiera de lejos…