X

Charo Izquierdo: “La mujer, lo que busca es ser libre y que la dejen en paz”

   
FOTO9

Charo Izquierdo, periodista y una de las 100 mujeres más influyentes de España./ DA

Foto: Pedro Peris

La mañana en que la entrevisto en una cafetería de hotel, sus ojos son de otoño, cobrizos, llameantes, vivaces. Y sus manos, inquietas y delgadas. Viene de vuelta del mundo editorial, donde lo ha sido casi todo… Charo Izquierdo (@CharoIzquierdo) es periodista y activista. De causas como la libertad, la mujer, el periodismo (el nuevo periodismo ciudadano, las redes y, también, el de siempre, que tanto agoniza y se resiste a cruzar la frontera entre los siglos XX y XXI). Considerada una de las 100 mujeres más influyentes de España y directora de publicaciones de referencia como Yo Dona y Grazia, abandera tres causas gigantescas: mujer, periodismo y libertad.

Me siento como Mel Gibson en la película ¿En qué piensan las mujeres? Y así mismo se lo traslado…

Ahora está lo que siempre ha estado, la evolución. La mujer, si es que se puede hablar de la mujer como tal, está en continua evolución. Actualmente está más formada que nunca, pero sigue queriendo formarse mucho, aprender, evolucionar… Está en un momento de efervescencia. El otro día apareció un artículo en un periódico que decía que las mujeres están más preparadas pero ganan menos, el reto de la mujer ahora mismo es querer evolucionar. Tener hijos y poder seguir avanzando.

¿Cuál es el prototipo de esa nueva mujer? Porque hasta las mujeres que no trabajan fuera de casa han cambiado el chip totalmente, ya no son como antes, ¿no?

Es un error decir eso. Las mujeres que trabajan en casa también trabajan un montón. La mujer, lo que busca hoy es ser libre y que la dejen en paz, decidir y que, si quiere estar en su casa porque le apetece o porque no tiene trabajo, o tiene muchos hijos, tiene la capacidad de decisión, libertad y hacer en cada momento lo que quiera. A lo largo de una vida, una mujer puede cambiar, primero ser de una manera y después de otra; por eso no se puede generalizar. Pero todas tienen algo en común: quieren ser ellas mismas e independientes.

¿Qué rol espera esta mujer de un hombre en el siglo XXI?

El hombre es el cincuenta por ciento de la sociedad y tiene que acompañar a la mujer y viceversa. La partícula “co-“ (compañero, corresponsabilidad, correlación…) va a ser la partícula fundamental. Creo que ahí vamos a unas relaciones mucho más igualitarias, que en la medida en la que debe, la mujer es libre y puede hacer lo que crea en todo momento. En la igualdad se necesita un compañero que en una pareja con hijos él crea que los hijos son de los dos, pero no solo que lo crea sino que realmente lo lleve a cabo. Es lo más importante y es lo que las mujeres necesitamos de los hombres.

¿Cuál es el camino hacia el éxito, como ha titulado su ciclo de conferencias?

El camino es lo importante, no el destino. Creo que el camino hacia el éxito es el que está lleno de excelencia. El éxito no creo que deba ser la meta, sino trabajar para ello, y creo que en eso las mujeres tenemos mucho ganado. La mujer es perfeccionista y busca lo mejor para su vida, hijos y familia. Tendemos a ser como madres, y eso nos hace buscar más la excelencia y el trabajo. Esa es la única manera de llegar al éxito, no trabajar para conseguirlo, sino trabajar para hacerlo lo mejor posible.

En este mundo tan mezclado que estamos viviendo, lleno de conflictos, ¿cuál cree que es el papel de la mujer musulmana, tanto en la sociedad occidental como en la suya propia?

La mujer musulmana en occidente tiene la obligación de dar a conocer que no todos los musulmanes son lo que mucha gente piensa. En Francia hay una expresión que siempre me ha gustado: “no se puede hacer la amalgama”. No se puede creer que todos sean iguales, no se puede relacionar a musulmanes con terroristas. La mujer, que siempre ha sido mediadora y más conectora, tiene esa obligación en occidente. En sus países es más complicado porque tienen el reto de, a través de sus voces, convencer a la humanidad de que no se puede hacer la amalgama. Y por otro lado, intentar educar en la paz.

En la política, ¿cuándo veremos mujeres líderes, una presidenta, por ejemplo?

Perfectamente puede haberlo en España. De hecho, en los dos últimos gobiernos hubo días en los que teníamos presidenta sin saberlo. Pasó en la época de Zapatero con María Teresa Fernández de la Vega y ahora con Soraya Sáez de Santamaría. No creo que haya muchas mujeres tan trabajadoras y eficaces como ellas. España está preparada para tener una mujer en la Presidencia del Gobierno.

¿Y qué falta?

Que se presenten.

¿Le ha sorprendido que haya tenido más relevancia el embarazo de la presidenta de Andalucía que la convocatoria de elecciones?

Volvemos al principio. La mujer lleva al niño en el vientre, pero el niño es de ambos y hasta que no nos acostumbremos a eso, es difícil que evolucionemos. Es cierto que Susana Díaz va a ser madre, además de gemelos, pero es más difícil serlo, siendo señora de la limpieza, viviendo a treinta kilómetros de casa, con la comida por hacer, y a veces sin una pareja que te ayude, que siendo madre de gemelos y con coche oficial… Me parece mucho más difícil.

Quería que me ampliara qué quiso decir con una frase suya que me impactó mucho… Es aquello de que “el roce hace el poder”, que se avanza más en los after hours , que en el trabajo…

Escuché una vez a una persona decir que, mientras que las decisiones importantes se tomen en el palco del Santiago Bernabéu, las mujeres no podrán entrar en los consejos de administración. No es que se avance más en los after hours, se avanza más trabajando, pero es cierto que si, cuando terminas la jornada, te vas corriendo a casa y no estás en los círculos de poder, no te codeas con el poder, es más difícil que piensen en ti. De alguna manera, tienes que entrar en los círculos de confianza. Es algo que hacemos las mujeres fatal. Si se repartieran responsabilidades con la pareja, también podríamos ir a una conferencia al salir del trabajo, y no correr a ocuparnos de la casa. Pero las cosas están cambiando. Veo que las generaciones jóvenes son distintas y se entiende que la carrera de los dos es igual de importante.

¿Qué deben hacer los medios que las personas de mi generación consideramos tradicionales para sobrevivir?

No deben olvidar algo fundamental: que son sus oyentes, lectores o audiencia… dar lo que la gente quiere, lo que está buscando. Los medios tradicionales, desde mi punto de vista, no están haciendo una labor de evolución. Es complicado. Cuando coges un periódico, ya has leído o escuchado la noticia, incluso en Twitter has visto opiniones sobre ello, y por eso creo que deben hacer una labor de profundizar en la información que están dando. Cuando compras un periódico, bien en papel o a través de kiosco digital, significa que quieres profundizar en la noticia. Por ejemplo, sé que Bárcenas ha salido de la cárcel, pero quiero saber más, leer una buena entrevista con él, ver un trabajo de investigación, y no que me digan que el PP no debe tener miedo, porque eso ya lo he leído en redes o escuchado.> Creo que los periódicos deben arrevistarse un poco, y en mi opinión, una fórmula ideal sería crear un periódico diario muy corto. A lo mejor de doce páginas, pero doce páginas de verdad, y los fines de semana un periódico como los actuales. Durante la semana no vale la pena llenar páginas por llenar, porque estamos tirando mucho papel.

¿Podemos meter en ese saco casos como Charlie Hebdo? Creó una gran polémica y un conflicto en un colectivo bastante grande. Y todo acabó como acabó…

Te estoy escuchando y se me pone la carne de gallina, porque lo tengo en mi Twitter como mi foto de perfil, y me parece que la reacción de Charlie Hebdo fue de una generosidad humana que refleja sus valores. En cambio, lo que no me ha gustado es la reacción internacional. Es muy fácil decir Je suis Charlie, o poner la portada como tu foto de perfil, pero yo creo que la prensa internacional debería haber salido toda con aquellas caricaturas en sus portadas. No se ha hecho por responsabilidad con las redacciones, para no ponerlas en peligro, pero creo que si toda la presa lo hubiera hecho no estarían en peligro. Sin embargo, las que lo hicieron sí que están en peligro ahora.

Quiere decir que, si se pusieron de acuerdo para WikiLeaks, ¿por qué no para esto? ¿y en caso de agresión manifiesta a otros colectivos, como mujer, homosexuales …?

La libertad de expresión es un derecho que hemos alcanzado y al que no se puede renunciar. La libertad de expresión es un derecho básico. Es cierto que hay autocensura, pero a veces es para no herir los valores del medio donde trabajas o para no herir valores de marcas a las que haces publicidad en tus medios.

Pues yo diferencio entre supervivencia económica del propio medio y compromiso emocional y ético, ¿usted no?

Tiene que haber un compromiso por parte de los medios para que esa libertad de expresión sea plena.

¿Cueste lo que cueste?

Sí, cueste lo que cueste, en eso soy muy talibán. Además, es lamentable que todavía en muchos medios se trate a la mujer de una manera que atenta contra la igualdad. Ahí, sinceramente pienso que es tal la mala costumbre, que a veces se leen o escuchan cosas y no llaman la atención, por pura costumbre. Los medios tienen la capacidad de empujar hacia el cambio, o para que las cosas sigan como han estado siempre. El mundo puede cambiar a mejor y los medios tienen la obligación de empujar para que cambie. Desde el punto de vista de los derechos de la mujer, mientras se siga dando imagen de la mujer distinto a igualdad, lo que se está haciendo es dando imagen de una mujer sometida. Se hacen bromas sobre mujeres en la radio que no se consentirían si fueran de minorías étnicas o sobre el colectivo homosexual, musulmanes o negros. Hay cosas que no se consentirían, pero si son de la mujer sí, y nadie se escandaliza. En los periódicos, a la hora de llamar a alguien para que hable de energía nuclear, lo más normal es que llame a un hombre, y al final lo que hace eso es dar a entender que hay más hombres formados que mujeres. Eso no es verdad, y lo que hace es dar una imagen de la mujer por debajo del hombre, habiendo mujeres formadas, en puestos importantísimos y muy relevantes. Por eso también estoy haciendo en la Comunidad de Madrid el ciclo Mujeres, el camino hacia el éxito, porque es una manera de dar voz a las mujeres, de ponerles un altavoz, ya que a las mujeres lo que les falta es visibilidad.

¿En qué proyecto editorial está embarcada actualmente?

En ninguno. Estoy escribiendo una novela, pero de medios en nada. La novela debo entregarla a finales de febrero y estoy preparando un libro para una marca muy importante. También estoy preparando una colección de libros de no ficción para Roca Editorial, y además estoy en el consejo asesor de Inforpress…

¿No echas de menos esa presión de catorce horas diarias de una cabecera?

A veces sí. Cuando ocurren cosas como lo de Charlie Hebdo, pensé como haría todo si tuviera una revista. Al final, echas de menos el trabajo en equipo.

Respecto a las publicaciones mensuales que hablan de moda, tendencias, etc ¿por qué la mayoría de los productos que se muestran son caros e inaccesibles a la mayoría de las lectoras?

Eso es una especie de leyenda urbana, pero no es verdad que todos los productos sean inaccesibles y caros. Hay medios que son aspiracionales, incluso las marcas de moda baratas, se fijan en los productos de moda más caros, y no hay que olvidar que son productos soportados publicitariamente por las grandes marcas. Insisto, es una leyenda urbana. Muchas veces encuentras productos de Zara o Mango.

¿Cómo las marcas atraerán el público joven hacia el sector de lujo?

La sociedad está rejuvenecida en general y ese rejuvenecimiento se ve en la publicidad, en que todos queremos vestir jóvenes. Se ve en que las revistas cada vez son más jóvenes, incluso las que están destinadas a personas más maduras. Utilizan iconos e imágenes más jóvenes, es básicamente eso.

¿Por qué?

Porque todas las marcas quieren rejuvenecerse. Si una gran marca atrae a los jóvenes mediante pequeños objetos, por ejemplo perfumes, cuando éstos tengan una economía mayor seguirán consumiendo esas marcas más caras.