China obligará a los usuarios de Internet a registrase con sus nombres reales para evitar suplantaciones

WeChat es una de las apps de mensajería instantánea más populares de China./ DA

EUROPA PRESS | Madrid

China prohibirá a partir del 1 de marzo las cuentas de Internet en las que se suplanta la personalidad de un tercero o en la que un usuario se hace pasar por organizaciones, para ello, obligará a usar los nombres reales de las personas que se registran, según ha anunciado este miércoles el responsable de supervisión de Internet del Gobierno.

No es la primera vez que china intenta una medida similar, aunque hasta el momento no ha conseguido los resultados deseados y las cuentas de suplantación siguen existiendo. Muchos usuarios de las redes sociales crean cuentas en las que parodian a personalidades e instituciones destacadas.

Esta vez, la prohibición se extiende no solo a las cuentas que se hacen pasar por personas físicas, sino también a las que suplantan a órganos del Gobierno o a líderes extranjeros, como la que afirma ser la cuenta oficial del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o el de Rusia, Vladimir Putin.

CONTROL DE INTERNET

La medida refleja el control y el ajuste que China está ejerciendo sobre la red, unos movimientos que se han acelerado desde que el presidente, Xi Jinping, llegó al poder a principios de 2013.

Las empresas que dan servicios de Internet tendrán la responsabilidad de hacer cumplir las normativas. Entre ellas, destaca Tencent Holdings Ltd, que ofrece servicios muy populares de mensajería instantánea como WeChat y QQ, y el operador de microblog Weibo -el Twitter de China-.

“Weibo apoya firmemente la adopción de los reglamentos y fortalecerá sus esfuerzos de gestión”, ha prometido un portavoz de la empresa. De hecho, en el último mes, Weibo ha eliminado 293 cuentas con “nombres perjudiciales”, incluidas algunas de carácter político, pornográfico y relacionadas con la seguridad pública.

China, tiene uno de los más sofisticados mecanismos de censura de la red del mundo, conocido como ‘El Gran Cortafuegos’. Los censores mantienen un estricto control sobre lo que puede ser publicado en Internet y lo que no, sobre todo vigilando los contenidos que consideran que pueden dañar al gobernante Partido Comunista.