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Ciencia canaria a la fuga

   
El Archipiélago, la segunda comunidad autónoma  que menos invierte en I+D, ha perdido a 713 profesionales a jornada completa en seis años. / SERGIO MÉNDEZ

El Archipiélago, la segunda comunidad autónoma que menos invierte en I+D, ha perdido a 713 profesionales a jornada completa en seis años. / SERGIO MÉNDEZ

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Inversión testimonial, pocos profesionales y contratos precarios. Ser investigador en Canarias nunca ha sido garantía de éxito, pero desde que empezó la crisis se ha convertido en una profesión de riesgo. Entre 2007 y 2013 las Islas perdieron a 713 investigadores a jornada completa -se pasó de 3.256 profesionales a solo 2.543-, los ingresos siguieron desplomándose -solo se destinó un 0,50% del Producto Interior Bruto a innovación y desarrollo, la segunda peor marca de todo el Estado- y el presupuesto para estas actividades se recortó en 63.725 euros -la inversión cayó de 266.803 euros a 203.078-. Los datos dejan poco margen: hacer carrera científica hoy en las Islas es misión casi imposible.

Juan Ruiz Alzola, director general de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) del Gobierno regional, no oculta que la inversión en este campo es de las más bajas de todo el estado español y relaciona esta realidad con la condición de región turística del Archipiélago. “Nuestra actividad más tradicional no ha demandado hasta el momento perfiles de este tipo”, lamenta. El monocultivo económico ha hecho que la apuesta privada por la tecnología apenas exista y que las administraciones públicas -y especialmente las universidades canarias- hayan sido las artífices de que la ciencia no se haya extinguido. “Ocurre algo similar en Baleares”, compara.

Según el análisis del INE, Baleares es la autonomía que menos invierte en i+D en función del PIB -0,33%-. Le sigue de cerca Canarias, que con un 0,50% es la segunda región que menos importancia otorga a este sector. Las comunidades que se sitúan en el otro extremo son País Vasco (2,09%), Comunidad Foral de Navarra (1,79%), Comunidad de Madrid (1,75%) y Cataluña (1,50%). Así y todo, los mejores datos españoles están muy lejos de los objetivos marcados por la Comisión Europea. Según sus informes, hay que incrementar la aportación en innovación en todo el continente: en la actualidad no supera el 2% mientras que en Estados Unidos llega al 2,6% y en Japón al 3,4%. “Europa debe centrarse en el impacto y la composición de su gasto en investigación para mejorar las condiciones de la I+D del sector privado. La mitad de la diferencia con Estados Unidos se debe a nuestro menor porcentaje de empresas de alta tecnología”, concreta la Comisión.

Juan Ruiz Alzola, Director de la Agencia Canaria de Innovación: “Si quieres desarrollar  una carrera científica tienes que coger la maleta; es un drama”. Raquel Marín Cruzado. Directora del Segai de la Universidad: “Faltan sinergias entre los empresarios y la Administración para canalizar el talento”.
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Juan Ruiz Alzola, Director de la Agencia Canaria de Innovación: “Si quieres desarrollar una carrera científica tienes que coger la maleta; es un drama”.

En el caso canario, el responsable de la agencia pone el foco en el vínculo inevitable entre la renta per cápita de una región y desarrollo científico. “Las autonomías con menos ingresos que la media también aportan menos en el conjunto del estado a la innovación”, apunta. Alzola destaca una realidad que no se da en todo el territorio español: el enorme peso del sector público. En las Islas, la presencia de empresas dedicadas a la tecnología es prácticamente inexistente: solo el 0,6% del sector privado pone empeño en ello. No culpa de ello a los empresarios – “ofrecen lo que demanda la sociedad”-, sino que lo achaca al desarrollo económico de las Islas. “La inversión privada en nuestra comunidad es cinco veces menos que la de la administración pública”. En las Islas, además, ocurre algo inaudito en todo el estado: las universidades lideran la inversión en innovación. La enseñanza superior aportó 97.312 euros en 2013 y el gobierno solo 62.369.

El vicerrector de Investigación de la Universidad de La Laguna (ULL), Rodrigo Trujillo, y la directora del Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI), Raquel Marín Cruzado, coinciden en que una de las alternativas viables que tiene Canarias para solucionar parte del problema de desempleo es apostar por la ciencia. Los expertos destacan que el sector agroalimentario, el turismo, las nuevas tecnologías, las energías renovables, los servicios sociales y el sector de la automoción han sorteado la crisis de manera aceptable. “La I+D+i se asocia con generación de empleo, de calidad y duradero”, subraya Marín.

Esta dependencia ha hecho que, según Alzola, las pocas empresas canarias que habían diversificado y optado por el sector tecnológico como alternativa de crecimiento hayan acabado despidiendo ante la persistencia de las dificultades económicas. “Los primeros años capearon mejor el temporal, pero luego se vieron obligadas a reducir plantillas”. Eso, unido a que “el sector público no puede asumir todo ese empleo”, ha hecho que en Canarias, en estos momentos, “suba más el desempleo de personas cualificadas que del resto”.

El director de la agencia cree que hay que hacer un esfuerzo para introducir la I+D en el turismo, la energía o la gestión de residuos.

Mientras tanto, y aunque no haya datos que certifiquen el éxodo, Alzola admite que muchos investigadores se están marchando fuera. “Hay un flujo de talento negativo en toda España, pero más en Canarias. Si quieres desarrollar una carrera científica tienes que coger la maleta; es un drama”.

La Universidad, un oasis científico

S. E. | Santa Cruz de Tenerife

Más inversión y más empleo especializado que la administración pública y las empresas, pero no lo suficiente como para nadar a contracorriente y ganar. La enseñanza superior en Canarias es el ejemplo a seguir si se quiere hacer una apuesta más decidida por la innovación. Tanto para Trujillo como para Marín, casi todo empieza por la educación. “Hay un largo camino por recorrer en materia de formación especializada y de diplomas de estudios avanzados en las Islas”. Pero antes hay que cumplir con los objetivos de Europa para 2020, que indican de que la tasa de abandono escolar en los países de la Unión debe estar por debajo del 15% y que al menos el 44% de las personas de entre 30 y 34 años y en adelante deberán tener estudios de nivel terciario. En la actualidad el abandono educativo en las Islas está en el 23,8%, que se ha reducido ocho puntos desde 2008. La distancia con la media europea -13,5%- sigue siendo muy grande.

Reducir esta brecha es fundamental para que la Universidad de La Laguna (ULL) siga desempeñando “un papel esencial en la apertura social, la visualización y el prestigio que tiene en la Comunidad Autónoma; para ello debe proseguir en la captación de estudiantes y egresados de alta cualificación”.

El liderazgo que ostenta la ULL es, salvando contadas excepciones, como un oasis en medio del desierto. Esta ausencia de tejido empresarial potente hace que escasee el capital para invertir en productos tecnológicos y que el trasvase de conocimiento a la sociedad no sea tan elevado como debiera. “La Universidad debe incrementar la divulgación tecnológica fomentando sinergias con otras administraciones públicas”. Ofrece la posibilidad de adquirir una alta capacidad formativa y alta especialización en los investigadores, en particular en áreas de prestigio internacional, como es en Astrofísica, Física de los Materiales, Nanotecnología, Biotecnología y Turismo, pero “existen importantes carencias en sectores emergentes en la comunicación, desarrollo de nuevas tecnologías inteligentes y, en definitiva, en los sectores actuales de mercado más demandados a escala mundial?, advierten Trujillo y Marín a DIARIO DE AVISOS.

La principal fuente de financiación para que las universidades desarrollen investigación competitiva y captación de personal proviene del Ministerio de Economía y Competitividad, que ha reducido en los últimos diez años sus presupuestos. Esta ausencia de oportunidades más allá de la universidad ha hecho que la ULL sea en la actualidad “la universidad española que más colaboraciones internacionales mantiene.

“Los investigadores canarios son muy proactivos, lo que puede aportar un enorme beneficio y propiciar que científicos de las Islas se incorporen a centros de investigación de fuera de nuestra Comunidad Autónoma”.