VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
La Radio Televisión Canaria (RTVC) puede entrar en las próximas semanas en un cambio de etapa, con el nombramiento de nuevos órganos, entre ellos un Consejo Rector, para el que hay cinco candidatos, que el jueves se examinaron en comisión parlamentaria y donde sólo uno de ellos, Juan Santana, no obtuvo el respaldo unánime (abstención del PSOE y rechazo de NC) por ser militante del PP. Y es que una de las pretensiones de la nueva ley del ente público es garantizar su independencia del poder político en la labor informativa.
Los aspirantes (además de Santana, Santiago Negrín, María Antonia Álvarez, María José Bravo de Laguna y Francisco Moreno) aún deben lograr el visto bueno del Pleno del Parlamento, con al apoyo de al menos 40 de los 60 diputados, y a día de hoy sólo Santana no tiene asegurado tal respaldo. Santana pone como aval su larga trayectoria en radio, aunque la mitad de su carrera profesional ha sido en gabinetes de prensa como personal de confianza del PP.
Quien se perfila como presidente de la RTVC, el máximo cargo, en sustitución del actual director general, Guillermo García, es el periodista Santiago Negrín. En su intervención del jueves desgranó algunos de las ideas y principios que aplicaría: “Prevalencia del servicio público, transparencia en la gestión, independencia informativa, contenidos culturales, puesta en valor de la producción local y exquisita relación con el Parlamento y su Comisión de Control de la RTVC”. Una declaración de intenciones que no es retórica, pues la gestión de García ha sido objeto de críticas por parcialidad informativa, priorizar criterios de audiencia y poca transparencia, incluso con el órgano parlamentario que la debe controlar.
Negrín, ex jefe de Gabinete de Presidencia del Gobierno (con Adán Martín) y del Parlamento canarios, abogó por que los trabajadores de la RTVC “recuperen la confianza y la autoestima” para lograr “un medio público de prestigio”, con “equilibrio” entre el “deber de servicio público” y el de las cotas de audiencia.
Francisco Moreno, que ya fue director de la RTVC, y con amplia experiencia televisiva y en prensa, manifestó que “la crisis económica obliga a una profunda renovación del modelo de televisión pública, porque los ciudadanos no permiten que se derroche ni un céntimo sin que sea útil”, por lo que hay que hacer “una televisión que valga la pena ver, de calidad, y donde nos veamos los canarios”. Bravo de Laguna defendió que la RTVC “no solo puede ser folklore, habla y fútbol, sino muchas otras cosas que poner en valor”. Santana presumió de autodidacta y prometió ser “transparente y devolver el respeto [de los responsables de la RTVC], al Parlamento”. Álvarez dijo que tener una empresa le ha hecho ser independiente de medios y partidos, y que cree en el servicio público de la RTVC porque darlo es “la vocación del periodista” para garantizar el derecho a la información.
El currículum de los candidatos